Ver a las personas realizar sus sueños y goles, a pesar de muchos obstáculos, siempre es muy inspirador.
No importa de que se trata, un buen ejemplo siempre nos puede enseñar algo. La madre Ashley Dunn Bratcher es un buen ejemplo de esto.
Ashley sufrió por mucho tiempo de obesidad, a los 6 años empezó a comer comida y dulces de forma compulsiva.
Cuando tenía 27 años la pesa mostraba 330 kilos – ¡esto es un número que es difícil entender!
Cuando un médico le contó que el riesgo de que no sobreviviera los 30 años a causa de la obesidad Ashley quedó en shock.
Fue en ese momento que decidió hacer algo para cambiar su estilo de vida. Si no lo hacía por sí misma sentía que lo tenía que hacer por su hijo de 5 años.
Ashley Dunn Bratcher es de Texas y participó en el documental ”My 600 lb Life”, cuando pesaba 328 kilos.
Acababa de cumplir 27 años, pero su obesidad extrema le hacía casi imposible moverse.
”Cosas normales que todos hacen eran muy difíciles para hacer para mi, como soy tan grande», le contó Ashley a TLC.
Lo único que todavía podía hacer sola era bañarse. Pero era una lucha, porque solamente podía estar parada durante 5 minutos.
Siempre había un riesgo de que se cayera cuando se acostara en la bañera.
También tenía muchos dolores físicos.
«No pasa un día sin que no tenga dolores. Muchas veces siento como si voy a partir mi propia espalda», explicaba Ashley en el documental.
Ashley empezó a comer mucho cuando tenía 6 años. Cuando iba a sexto pesaba 113 kilos. Cuando se graduó del bachillerato la pesa mostraba 181 kilos.
A pesar de la lucha contra los kilos Ashley logró encontrar el amor en el bachillerato. Ella y su esposo Jake se conocieron cuando eran jóvenes y juntos tienen el hijo Patrick, de 5 años.
Desafortunadamente Patrick se había convertido en el «ayudante» personal de Ashely – y eso no es algo que uno quiera que su hijo de 5 años tenga que ser.
«Él es mis piernas, me ayuda con casi todo. Sin él yo no sería nada», contó Ashely 2016.
Pero pronto las cosas iban a cambiar.
Ashley se puso en contacto con el médico Younan Nowzaradan, que se ha especializado en operar a personas muy obesas.
Él le advirtió a Ashley que ella no iba a sobrevivir sus 30 si no dejaba de comer de esta forma tan enferma. Por su hijo, Ashely decidió de tratar de deshacerse de su adicción a la comida.
Pero esto no iba a ser fácil. Durante el viaje le pasaron varias cosas a Ashely.
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”Ha sido una montaña rusa física y mental», le dice Ashley a People.
Cuatro meses después de del bypass gástrico tuvo que pasar un tiempo en el hospital, tenía una herida en el estómago por haber abusado de las pastillas para aliviar el dolor.
El médico Younan Nowzaradan le propuso a Ashely que se viera con un terapeuta que le pudiera ayudar a tratar los traumas emocionales.
¡Y todo este proceso ayudó – durante un año Ashely bajó hasta pesar 116 kilos!
Hoy Ashley ha aprendido ha controlar su adicción y ya no utiliza la comida para calmarse o sentirse mejor.
Si se siente brava, triste o contenta sale a caminar en vez de comer.
«Una cirugía solamente es una herramienta. No cambia tus pensamientos», dice Ashley.
Ella ha comenzado a comer comida saludable y porciones más pequeñas y sigue bajando de peso.
¡Ashley es muy valiente y fuerte!
Yo quedo muy impresionada con su viaje que ha logrado hacer después de tanta lucha.
Gracias a ayuda profesional y mucho apoyo de la casa Ashley logró cambiar su estilo de vida.
¿Y cierto que parece estar mucho mejor hoy? ”Muy buen trabajo, Ashely!
¡Te invito a compartir la inspiradora historia de Ashley para que tus amigos y amigas tengas la oportunidad de homenajear su fuerza y determinación!
¡Espero que esto pueda ayudar a más personas a atreverse a cambiar sus vidas!