Los niños están llenos de alegrías y deseos ante la llegada de su cumpleaños. Imagínate si como padre o como abuelo tienes que ver a tu hijo o a tu nieto triste porque nadie ha venido a su cumpleaños.
Eso es lo que le ocurrió a Amelia Lara, cuando su nieto, Gerald, se quedó sentado solo en su cumpleaños porque ninguno de los 40 invitados fue a la fiesta.
Ante esta desgarradora situación, Amelia hizo algo que su nieto nunca va a olvidar y que demuestra que la gente tiene muy buen corazón.
Cuando Amelia Lara vio a su nieto sentado solo, esperando cortar la tarta de su noveno cumpleaños, se le partió el corazón. Ninguno de los 40 invitados había llegado. El tiempo pasaba y no había señal ninguna de que la situación cambiara.
Pasadas dos horas cuando se dio cuenta de que nadie iba aparecía por la fiesta de su nieto Gerald, decidió hacer algo para evitar que el niño se llevara el disgusto de su vida.
Amelia se sentó delante del ordenador y escribió la siguiente publicación en el Facebook.
«Necesito sacar lo que llevo dentro. Mi nieto va a la escuela primaria, está enfermo y ha tenido al menos cinco intervenciones quirúrgicas. El aprende más lentamente que los demás niños de su clase, pero es el niño más maravilloso y simpático que conozco. Su madre envió 40 invitaciones a los niños de su clase y solo 12 respondieron que vendrían.
A las tres Gerard vio que todo estaba preparado para la fiesta. Se había vestido y comprobó que los regalos de bienvenida para sus amigos estaban listos para ser entregados.
A las 5 de la tarde Gerard estaba sentado y no quería cortar la tarta de cumpleaños por si en el último momento algún invitado aparecía. Cuando mi hija llamó a los doce niños que iban a venir para averiguar lo que había ocurrido, los padres respondieron «mi hijo no quiere jugar con el tuyo porque es diferente».
Que triste es todo esto. Mi nieto solo tiene nueve años y lo que quiere es tener amigos con quienes jugar. Pero nadie ha venido, no ha recibido ninguna felicitación, ni ningún regalo. Por eso mi objetivo ahora es conseguir el mayor número de felicitaciones posibles para mandárselas a mi adorado niño. Me las podéis enviar a mí y yo me encargo de hacerlas llegar…. Esto me desagarra el corazón» Esto escribió Amelia en Facebook antes de incluir la dirección donde las felicitaciones de cumpleaños podían enviarse.
Y la respuesta fue maravillosa. Miles de personas se tomaron la molestia de enviar una felicitación de cumpleaños para el que el niño se sintiera feliz y acompañado.
Haríamos cualquier cosa por no ver a nuestro hijo o nieto triste, y miles de personas hicieron algo también para que este niño no se sintiera destrozado en el día de su cumpleaños. Comparte para elogiar y motivar a que se realicen acciones tan humanas como ésta.
