Como madre, siempre recuerdo a mis hijos tener más cuidado en verano; les digo que beban bastante agua, que lleven protector solar, que no naden en aguas muy profundas y lleven calzado si van al bosque.
Pero algo que no sabía es que las herramientas que usamos en la barbacoa pudieran ser un peligro.
Pero cuando dio el primer bocado su cara de entusiasmo se desvaneció.
Anthony dijo a su madre que sentía que algo le rascaba la garganta, como si fuera una jeringa. Nadia quedó aterrorizada y llevó corriendo a Anthony al hospital, donde le hicieron una radiografía de su garganta. Entonces el médico descubrió algo que le hizo actuar de inmediato.
Lo que Anthony pensó que se sentía como una jeringa resultó ser un viejo cepillo de la parrilla que la familia había utilizado para hacer la barbacoa.
El cepillo estaba muy usado y uno de los pelillos se cayó y se pegó a la hamburguesa de Anthony.
Los médicos se dieron cuenta de que Anthony necesitaba cirugía. La operación se llevó a cabo sin complicaciones, para alivio de su familia.
Anthony también sufrió una infección, pero no fue grave y pudo seguir disfrutando del verano una vez recuperado.
Por favor, considera compartir este artículo para que otros padres tengan más cuidado con las herramientas de la barbacoa y que ningún otro niño o adulto tenga que pasar por lo que pasó Anthony.