La mayoría de las chicas sueñan con el día de su boda, muchos años antes de que realmente ocurra.
Estrenan un vestido blanco original, se reúnen todos los amigos y familiares, y tienen la oportunidad de prometer un compromiso inquebrantable con la persona que más aman en el mundo. Y por ello hay una razón sagrada por la que las bodas siempre son tan especiales.
Por supuesto, muy pocos prevén que algo salga mal, mucho menos que el día de su boda sea el último en la tierra.
Desgraciadamente para Jessica Guedes de 30 años de edad, así iba a ser el día de su boda. La futura novia estaba embarazada de seis meses cuando llegó el esperado día y parecía que se encontraba bien al menos hasta el día de su boda.
Y entonces de camino al altar en la iglesia, se empezó a marear, lo que dio lugar a una cadena de trágicos acontecimientos, según reporta Daily Mail.
Todo parecía ir bien para Jessica Guedes. Estaba embarazada de seis meses y pronto iría de camino a la iglesia donde se iba a casar con su amor en SãoPaulo, Brasil.
Sin embargo ya en el auto, Jessica comenzó a sentirse mareada y a tener dolor en el cuello. La familia lo achacó a un golpe de ansiedad. No era de extrañar, todas las novias están nerviosas antes de la boda.
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Parece ser que Jessica estaba sufriendo preeclampsia, una circunstancia bastante rara que afecta alrededor del uno por ciento de las mujeres embarazadas.
El novio de Jessica, un bombero de 31 años, Flavio Gonçalvez, ya estaba en el altar esperando a su futura novia. Un pariente corrió hacia la iglesia para decirle que Jessica se había desmayado en el auto, según reporta el diario Metro.
Según el periódico brasileño Crescer, Flavio dijo:»Estaba preocupada porque la estaba esperando en el altar y estaba tardando mucho en entrar. Una prima suya corrió por la alfombra y me dijo que se había desmayado».
«Cuando abrí la puerta del automóvil, ella estaba echada y había recuperado la consciencia pudiendo hablar conmigo. Le dije: » Cielo estoy aquí» y ella me respondió que todo estaba bien, pero que tenía un terrible dolor en su cuello. En ese momento, me convertí en un rescatador, como lo he sido durante siete años con el Cuerpo de Bomberos. La saqué de la limosina, y realicé los primeros auxilios, mientras pedía ayuda a mis amigos bomberos invitados en la boda».
Se fueron directo al hospital
Jessica fue trasladada de inmediato a un hospital de maternidad, aunque pronto fue transferida al hospital privado de maternidad Pro Matre Paulista cuando la gravedad de su situación se hizo evidente.
Según los informes médicos, Jessica estaba sufriendo un derrame cerebral debido a la preclampsia. La consiguiente hemorragia interna obligó a los cirujanos a extraer su útero.
El equipo médico no tuvo otra elección, y practicaron una cesárea de emergencia para intentar salvar la vida del bebé de 29 semanas. A Jessica, le declararon muerte cerebral y falleció después de la operación.
Mientras tanto, su bebé permanece en cuidados intensivos y probablemente permanecerá en el hospital durante otros dos meses.
Flavio dijo: «Jessica era realmente una persona alegre que amaba la vida, un ser lleno de luz y fuerza. Tenía muchas ganas de convertirme en su esposo y convertirme en padre. Seré fuerte y no seré débil ante la adversidad El amor de mi vida me enseñó a respetar y tratar a las mujeres de manera que también aprenderé a cuidar a mi hija».
Mis pensamientos van para Flavio y para toda su familia. El mundo puede ser un lugar muy cruel a veces. Historias como ésta nos recuerdan que nunca debemos dar por sentado nada ni a nadie.
Descansa en paz, Jessica Guedes.
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