Novia lee en el altar los mensajes de infidelidad de su prometido, en lugar de sus votos de boda

De los errores que uno puede cometer durante una relación, la infidelidad es quizá de los peores, pueden pensar muchas personas.

Seamos realistas, uno se queda devastado cuando descubre que su pareja ha estado actuando a sus espaldas. Por ello es a menudo gratificante cuando la parte culpable recibe su merecido.

Tal vez esta sea la razón por la que cual se ha producido tal reacción ante semejante historia, la de la venganza que una mujer planeó el día de su boda. Ella cuenta su historia en Whimn.com.au, y hace que la lectura sea bastante entretenida…

La mujer, que usa en su escrito el nombre de Casey, explica que llevaba 6 años de relación con su prometido, Alex.

Casey escribe: «Se suponía que este era el día más feliz de mi vida; en cambio, sabía que era el final de mi relación soñada y todos lo iban a presenciar».

Credit: Shutterstock

«Sentí inmediatamente que él era esa persona. Nuestras familias se hicieron amigas, nuestras vidas se entrelazaron. Pensé que viviríamos felices para siempre».

Sin embargo, descubrí que Alex tenía un lado oscuro, algo que salió a la luz la noche antes de que él y Casey se dispusiesen a unir sus vidas.

Todo comenzó cuando Casey recibió una serie de capturas de pantalla por correo electrónico.

El mensaje decía: «Yo no me casaría con él. ¿Tú sí?

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Según Casey, las capturas de pantalla incluían una conversación con mensaje de texto entre Alex y otra mujer. También había fotografías de la pareja juntos.

«Los mensajes estaban fechados desde unos meses hasta unos días antes. No había dudas de que eran verídicos. Lo supe», dice Casey.

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Sin embargo, a pesar de descubrirse la infidelidad de Alex, Casey no estaba preparada para cancelar de repente todos los arreglos de la boda. Y explica: «¿Cómo podía cancelar todo cuando muchos habían viajado hasta aquí y ya estaba todo pagado?».

Y por supuesto, no estaba dispuesta a dejar que el hombre que creía que iba a ser el compañero de su vida, se saliera con la suya.

Al día siguiente, sacó su mejor y más valiente «yo». No le dijo a Alex nada sobre los mensajes que había recibido, y caminó hacia el altar como tenía planeado.

Y solo cuando llegó el altar, consumó su ingeniosa venganza.

«No habrá boda hoy,» dijo a los allí reunidos. «Parece que Alex no es la persona que creía que era».

Aparentemente, Alex trató de agarrarle las manos, pero Casey bajó las flores y mostró su teléfono. Y procedió a leer todos y cada uno de los mensajes que le habían enviado. «Y con cada palabra, la cara de Alex se iba descomponiendo».

«Levanté la mirada y encontré la suya. No tenía nada que decirme. Salió de la iglesia con su mejor amigo siguiéndole detrás. Su familia lo miró horrorizada».

Wedding venue
Flickr / Jonathan Day

Casey admitió que la escena fue horrible. Podemos imaginarnos lo que le debió costar llevar a cabo su plan ante todos sus seres queridos.

Y dicho esto, ella dijo que había tenido «una fiesta increíble» esa noche. Y es que ¿quién decía que la venganza es un plato que se sirve frío?

¿Qué opinas de la historia de Casey? ¿Habrías hecho tú lo mismo en su situación?

 

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