Ser padres es una de las mayores alegrías de la vida. Sin embargo el camino hasta convertirse en padres puede ser duro y estar lleno de pruebas y tristezas.
Que una vida pueda crecer en el vientre de una mujer es fantástico, pero lamentablemente no siempre acaba bien. Un aborto espontáneo es algo a lo que se enfrentan muchas madres y padres en el mundo.
Allyson y Tony Ponto, de Minnesota, en Estados Unidos, saben de lo que hablamos. Llevaban 10 años intentando ser padres y consiguieron cuatro embarazos, pero los cuatro acabaron en aborto espontáneo.
Quedó de nuevo embarazada
La pareja se negaba a darse por vencida y abandonar su sueños. Y tras intentar un tratamiento de fecundación in vitro (FIV), y llegó el día de hacer el test de embarazo.
Cuando Allyson vio que era positivo, se sintió en el cielo. Era su quinto embarazo, y esta vez, con suerte, su vida iba a cambiar para bien.
Cuatro latidos
En uno de esos intentos, cuando la pareja fue al médico para una ecografía, se esperaban lo peor. Pero esta vez no iba a ser así. En el vientre de Allyson había cuatro latidos, además del suyo propio.
¡Estaba embarazada de cuatrillizos!
En muchos países en los tratamiento de fecundación in vitro se introducen varios embriones en el cuerpo de la madre para aumentar las posibilidades de embarazo. ¡Y esta vez el resultado fue muy mucho más numeroso de lo habitual!
El 4 de julio de 2017 nacieron cuatro preciosas niñas.
Olivia Susan, Anna Louise, Morgan Price y Carolyn Grace fueron niñas muy esperadas, e hicieron que para sus padres la vida mereciera mucho más la pena.
Sus cuatro hermanos, que nunca llegaron a nacer, seguro que cuidan a estas pequeñas desde el cielo.
Los milagros ocurren a aquellos que creen en ellos, aunque a veces los caminos sean duros e injustos, la felicidad siempre puede esperar a la vuelta de la esquina. Solo hay que creer y luchar por ello.
Esta preciosa historia me ha llegado al corazón.
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Comparte si también piensas que los milagros existen, siempre que uno no abandone nunca sus sueños 🙂