Han pasado 10 aos desde que Katie Piper fue víctima de un terrible trauma causado por alguien que decía que la amaba.
Ser sometido a abuso emocional, físico y sexual puede destrozar incluso a la persona más fuerte.
No obstante, aunque el ex de Katie trató de destrozar su vida y su rostro, ella se repuso y demostró a todos lo fuerte y valiente que es.
Y su mensaje a su exnovio es claro:¡No puedes conmigo!
En 2008, Katie trabajaba como modelo de TV y empezó a salir con un hombre llamado David Lynch.
La pareja había salido unas dos semanas cuando empezó el infierno para Katie.
Su novio abusaba de ella física y emocionalmente, incluso la violó una vez en una habitación de hotel.
Dos días después, la obligó a ir a un internet café. Lo que Katie no sabía es que su entonces novio había contratado a alguien para que le tirara ácido sulfúrico en la cara de camino allí.
El terrible ataque la dejó gravemente quemada y ciega del ojo izquierdo.
Según el diario británico The Sun, pasó dos meses en el hospital y tuvo que someterse a 40 operaciones. También tuvo que llevar una máscara de plástico 24h al día.
Pero Piper no pensó que esto le impediría vivir una vida plena.
Afrontó la rehabilitación y aunque una gran parte de su cara estaba quemada, se convirtió en una persona muy fuerte por dentro.
Un año después del ataque impulsó la Fundación Katie Piper, una organización que ayuda a víctimas como ella para que reciban tratamientos, rehabilitación, tatuajes médicos, maquillaje y apoyo.
Katie también ha hecho un documental sobre su vida que fue galardonado, y ha asistido a varios programas de televisión.
Es un ejemplo importante para mujeres que han pasado por algo similar.
Aunque dudó de sí misma un tiempo, con su carisma y dedicación ha demostrado que se puede vivir una vida «normal» después de todo.
«Al principio creaba barreras en mi cabeza y no pensaba que podría volver a trabajar, no me veía atractiva. Cuando era soltera y empecé a salir con mi actual marido, nunca pensé que le gustaría y creí que terminaría mal. A él no le gustaré. ¿Por qué continúas? Pero entonces pensé: ‘¿Qué puedo perder?’. Mi experiencia me enseñó que mi autoestima y mi felicidad es una opción de vida, no es suerte», explica.
Katie también se enamoró y empezó una familia.
Ocho años después del ataque, se casó con el carpintero Richard Sutton, con quien tiene una hija.
«Él es una gran persona que cambió mi vida para mejor. Me ha dado a nuestra hija y es una de las mejores cosas que me han pasado», dijo Katie a The Mirror.