En todo el mundo, todos los días, muchos niños vuelven a casa de la escuela tristes, con el pensamiento de que no valen nada. Esto es terrible y tiene que acabar.
Para el trabajador de la construcción Kirk Smalley, de Oklahoma, en Estados Unidos, esto es lo más importante de la vida. Después de lo que le ocurrió a su hijo, quiere hacer todo lo que pueda para acabar con el acoso escolar.
"Es la promesa que hice a mi hijo. Le prometí que pararía el maltrato escolar en el mundo".
En 2010 Ty Smalley tenía de 11 años. Diariamente era sometido a acoso y maltrato tanto físico y como psicológico en la escuela. Aunque los profesores, alumnos y padres intentarion detenerlo, el maltrato nunca paró. Un día Ty sintió que ya no podía más. Detrás de sí dejó una familia con el corazón roto y una gran pena de por vida.
Cinco semanas después de su muerte, su padre visitió su tumba. Era el día del padre y por esta razón la visita fue incluso más dura que nunca. Pero para Kirk esta visita le llevó a una revelación. Ese día, se sentó junto a la tumba de su hijo y le dio su palabra de que el resto de su vida iba a hacer todo lo posible por parar el acoso escolar.
La organización Stand for the Silent recibió el mensaje con el dolor y la promesa de este padre. La familia quería contar la historia de su hijo y explicar a niños, adolescentes y adultos cómo el acoso escolar puede arruinar vidas.
Kirk y su mujer viajan ahora 300 días al año para cumplir su promesa, y contribuir a hacer del mundo un lugar mejor.
Ahora hay 700 000 estudiantes involucrados en la organización, y la organización sigue creciendo. En el siguiente vídeo (en inglés) puedes ver la padre, Krik, hablar de su promesa y cómo desea profundamente que nadie tenga que pasar por lo que pasó su hijo.
Nadie puede hacerlo todo, pero todos podemos hacer algo. Juntos tenemos que decir no al acoso escolar y hablar cuando lo veamos. Comparte este importante mensaje.
