Un desconocido empieza a hablar con su hijo discapacitado. Lo que dice deja a la mamá en lágrimas.

Este es un relato que me ha tocado mucho y te hace darte cuenta de que a veces vamos por la vida sin apreciar la belleza de las diferencias.

Un extraño habla a su hijo discapacitado y hace llorar a su madre

Es muy importante prestar atención a los demás, sobre todo cuando se trata de alguien especial. Especial quiere decir muchas cosas y esta historia es un ejemplo de ello.

En un día cualquiera una madre y su hijo adolescente con discapacidad mental entraron en una tienda. Pero cuando un perfecto extraño empezó a hablar al hijo ese día pasó de ser uno más a convertirse en uno que no olvidarán nunca.

El hombre llamado Hal, contó la historia a través de su página de Facebook y rápidamente el mensaje se fue difundiendo. el registro se ha extendido como la pólvora. Por favor, léela y compártela para hacer de este mundo uno mejor.

Este es el post de Facebook (traducido de inglés) escrito por Hal Steenson de Johnston City, Illinois. Estados Unidos:

Con cuatro invitados en casa mi esposa estaba muy ocupada, así que me ofrecí a ir a la tienda para conseguir algunas cosas que necesitaba, lo que incluía bombillas, servilletas de papel, bolsas de basura, detergente y Clorox. Así que me fui y me metí en la tienda, tomé lo que necesitaba y cuando me iba hacia la caja registradora un adolescente de unos 16 años me obstaculizó el paso en un corredor.

No tenía prisa, así que esperé pacientemente a que el chico se diera cuenta de que yo estaba ahí. Ahí me di cuenta de que movía las manos nerviosamente en el aire y decía en voz alta “mamá, estoy aquí”.

Era evidente que tenía una discapacidad mental y se sorprendió cuando se giró y me vio tan cerca de él, esperando para pasar. Sus ojos se abrieron como platos por la sorpresa cuando le dije: “Hola amigo. ¿Cómo te llamas?”.

“Mi nombre es Denny y estoy comprando con mi madre”, respondió orgulloso.

“Wow”, dije, “es un lindo nombre, me gustaría que mi nombre fuera Denny, pero me llamo Steve”.

“Steve ¿Como Stevarino?”, dijo.

“Sí”, le respondí. “¿Qué edad tienes Denny?”.

“¿Qué edad tengo mama?”, preguntó a su madre que se acercaba lentamente desde el pasillo contiguo.

“Tienes quince años Denny; ahora se buen chico y deja pasar al hombre”.

La saludé y continué hablando con Denny por varios minutos más sobre el verano, bicicletas y la escuela. Vi sus cejas oscuras danzar de alegría, porque era el centro de la atención de alguien.

De repente se giró bruscamente y se fue a la sección de juguetes.

La mama de Denny tenía una mirada de asombro en su cara y me agradeció que me tomara el tiempo de hablar con su hijo. Le dije que fue un placer y añadí algo que no se de dónde vino, tan sólo puede ser del Espíritu Santo.

Le dije que hay muchas rosas rojas, amarillas y rosas en el jardín del señor. Sin embargo, las rosas azules son muy raras y deberían ser apreciadas por su belleza y diferencia. Ves, Denny es una rosa azul y si alguien no se para y huele esa rosa con su corazón y toca a esa rosa con su amabilidad, entonces se están perdiendo una bendición de Dios.

Se quedó en silencio por un segundo y luego con lágrimas en sus hojos me dijo: “¿Quién eres tú?”

Sin pensar dije: “Oh, seguramente soy un diente de león, pero sin duda disfruto viviendo en el jardín del señor”.

Ella se acercó, me apretó la mano y me dijo: “¡Dios te bendiga!”, y entonces fui yo el que tenía lágrimas en los ojos.

Quiero sugerirles que la próxima vez que vean una rosa azul no se giren y se marchen. Tómense el tiempo para sonreir y saludar. ¿Por qué? Porque esta madre o padre podrías ser tú. Éste podría ser tu hijo, nieto, sobrina o sobrino. Ese momento puede hacer una gran diferencia para esa persona y su familia.

De parte de un Viejo diente de león: vivan de forma sencilla, amen generosamente, den cariño profundamente y hablen amablemente.

Recuerda, la gente olvida lo que has dicho y lo que has hecho, pero no cómo les hiciste sentir.

Si esta historia te emocionó, por favor compártela hoy con la gente que quieres. Acuérdate. La gente se olvida de lo que has dicho y hecho, pero no se olvidan de como los hiciste sentir.

rose

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