Todo empezó cuando la bloguera sueca y feminista Marwa Karim, de 20 años, escribió un artículo de opinión muy publicitado donde dijo que continuaría odiando a los hombres mientras continuaran violando y negando derechos a las mujeres. Recibió varias amenazas de muerte tras su publicación. “Creo que todos los hombres son idiotas. Y ahora mismo, en los últimos días, hombres me amenazaron a mí y a mi familia”, dijo Karim a medios locales. Luego, el otro día, mientras esperaba el autobús, escuchó a un grupo de chicos cerca hablar sobre ella. Cuando bajó en su parada la siguieron. Estaba aterrorizada y pensó que le iban a hacer daño. Pero resulta que tenían un plan muy diferente...
Más tarde ese día Marwa compartió lo que ocurrió en un post de Facebook:
Cinco chicos esperan en la misma parada de autobús que yo. Uno dice, “Hermano, es ella”. El otro dice, “No, hermano. ¿Estás seguro?”. “Sí, juro que es igual a ella”. El tercero dice: “Juro que si es ella lo digo. Se lo merece”.
Entro rápido en el autobús pensando, por favor, no dejes que mencionen el artículo sobre odiar a los hombres. Por favor, no dejes que estos chicos inicien una discusión conmigo ahora.
Los chicos parecen enfadados y se sientan detrás mío en el bus. Estoy camino al hospital yendo a trabajar, y a medida que me acerco al hospital me preparo para saltar del autobús casi antes de que se pare. Pero los chicos también están listos para hacerlo y bajan en la misma parada.
“¡Hey, perdona! ¿Tu no eres Marwa Karim? ¿La que consiguió el premio de Héroes Gala?”. Mi corazón late deprisa y pienso: mierda, ya empezó la discusión. Simplemente respondí que sí, observándoles con una mirada fría. El chico responde: “Ah, pensé que te había reconocido. Leímos tu post sobre odiar a los hombres. Pensábamos que odiabas a todos los hombres pero tienes tanta razón en lo que escribes. Tengo una hermana que tiene tu misma edad. Continúa con lo que haces, nos inspiras y fortaleces a nuestras hermanas”.
Lágrimas saltaron de mis ojos y se lo agradecí desde el fondo de mi corazón. Su amigo dijo: “Te apoyamos, y luego me dio un abrazo”.
Fue un gran comienzo para mi turno de trabajo.
“Se me salían las lágrimas cuando me abrazaron y no podía dejar de llorar en el trabajo. Fue la mejor cosa que me pasó desde que mi artículo se hizo público”, dijo luego Marwa a medios locales.
Su historia del autobús se ha vuelto viral desde entonces, con miles de personas dándole “me gusta” y compartiéndola en Facebook.
Este es el mensaje original (en sueco):
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