Historia divertida: Chico de 15 años de Villa Nueva va a comprar condones por primera vez

Perder la virginidad puede ser complicado. Casi todos nos acordamos de la primera vez. Pero para la mayoría tal vez no fue una experiencia muy buena, aunque igual puede ser uno de los grandes momentos en la vida.

Esta chiste se trata poco sobre eso – pero el final me hizo reír demasiado. Así que no puede dejar de compartirla con ustedes. Porque compartir es vivir.

Carlitos, de 15 años iba a perder la virginidad. Él y su novia habían decidido que esta era la noche – y él había dicho que iba ir a la farmacia local de Villa Nueva para comprar condones.

Esto fue hace un tiempo, en un tiempo cuando era tabú comprar condones porque eso mostraba tan claramente que uno iba a tener sexo. Así que Carlos estaba un poco avergonzado.

Se quedó esperando afuera de la farmacia hasta que no hubiera nadie dentro. Como su padre había trabajado como conductor de bus en la ciudad durante mucho tiempo todos casi que sabían quién era.

Bueno, después de un rato Carlos entró y ahí estaba la cajera María, que era unos años mayor.

– Yo quisiera comprar un… paquete de esos… condones, tartamudeó.

La cajera se dio cuenta de lo nervioso que Carlos estaba, sonrió un poquito y sacó un paquete y lo puso en la caja.

– ¿Sabes cómo se utilizan?, preguntó la cajera.

– Hmm, no, no muy bien, fue la respuesta.

Estaban solos

Entonces María sacó un condón y se lo puso en su dedo gordo.

– Solamente asegúrate de que lo pongas bien y firme. ¿Ahora entiendes?

– Hmm … bueno, tal vez, dijo Carlos avergonzado.

La cajera miró a ver si había más gente en la farmacia, vio que estaban solos y le pidió a Carlos que la acompañara atrás rápidamente

– Ven y te muestro, respondió la cajera.

Cuando estaban en el almacén trasero, donde nadie los podía ver María se desbotonó su blusa y se quitó su sostén/brasier.

– ¿Estas hacen que sientas algo?, dijo ella y señaló sus pechos.

Carlos quedó helado, solamente estaba ahí completamente callado y mirando.

– Bueno, llegó la hora de poner el condón, dijo la cajera.

”No tengo mucho tiempo”

Mientras que Carlos hacía como le habían dicho María se desbotonó su falda, se quitó sus calzones/braguitas y se acostó en la mesa.

– ¡Bueno, aprovecha! No tenemos mucho tiempo, susurro María.

Carlos no podía estar tranquilo, se «montó» a la cosa y después de unos movimientos ya no se pudo contener más. Todo pasó en casi menos de 30 segundos.

María miró a Carlos con una cara escéptica.

– Pusiste el condón, ¿cierto?

– Si claro, dijo Carlos con orgullo y mostró su dedo adornado con el condón….

¡Bueno, no seas tacaño, presiona el botón de compartir si te reíste!