Cuando era pequeña tenía un tío que solía contar historias divertidas a los niños. Cuando crecí también empezó a contar algún que otro chiste sucio. No hace falta decir que los disfrutábamos mucho.
Pensé en mi tío cuando leí esta historia. Es una que nunca nos contó.
Todo empezó cuando a un padre le piden que hable de los pechos de las mujeres a su hijo, o más específicamente, que explique los «tipos» de pechos que tienen las mujeres. El padre decide dar un cierto giro a su respuesta, lo que horroriza a su hija y esposa.
Pero la madre no iba a dejar que todo se quedara así, su respuesta hizo referencia a una parte del cuerpo masculino. ¡Cuando lo leas no dejarás de reír!
Una familia está sentada en la mesa durante la cena cuando el hijo pregunta a su padre: «¿Cuántos tipos de pechos hay?
El padre, sorprendido, contesta: «Bien, hijo, hay tres tipos de pechos. A los veinte, los pechos de las mujeres son como melones, redondos y firmes. De los treinta a los cuarenta, son como peras, todavía bonitas, pero cuelgan un poquito. Después de los cincuenta, son como cebollas».
«¿Cebollas?, dice el niño. «Sí, cuando las ves quieres llorar», contesta el padre.
Esto enfureció a su esposa e hija, así que la hija preguntó: ¿»Mamá cuántos tipos de penes hay?
La madre, sorprendida, sonrió, miró a su hija y contestó: «Bueno cariño, un hombre pasa por tres fases. A los veinte su pene es como un roble, grandioso y duro. De los treinta a los cuarenta es como un abedul, flexible pero confiable. Y después de los cincuenta es como un árbol de navidad».
«¿Un árbol de navidad?», preguntó la hija confusa.
«Sí, muerto desde la raíz hasta arriba y las bolas sólo están para decorar».
