Nuestro mundo está lleno de fenómenos naturales fantásticos, y algunos son muy complicados de explicar.
En 1911 unos científicos hicieron un descubrimiento extraño en la Antártida que iba a ser un misterio durante décadas.
Del hielo del glacial Taylor fluía lo que se veía como una cascada de sangre.
Desde entonces, el sitio se ha llamado ”Blood Falls” (Cataratas de sangre), pero ha llevado 106 años poder revelar el secreto que hay detrás de ese color rojo profundo.
No hay algas ni nada parecido que pudiera provocar ese color del agua, y por mucho tiempo creyeron que este fenómeno natural permanecería como un misterio.
Pero ahora un equipo de científicos de University of Alaska-Fairbanks han podido revelar el secreto con la ayuda de tecnología híper moderna.
Gracias a un método de radar, se pudo determinar que el agua contiene hierro y mucha sal.
El hierro se oxida en el contacto con el oxígeno y hace que el agua tenga este color especial parecido a sangre.
El radar también pudo determinar que el agua viene de una profundidad de 300 metros, y es una fuente de 1,5 millones de años que fluye de debajo del glacial Taylor.
Fue un descubrimiento sorprendente, y también ha producido nuevos conocimientos, porque ahora se sabe que hasta en los glaciales de un frío extremo, puede haber agua fluida, algo que se creía imposible antes.
Es fascinante que este misterio al final tuviera una explicación, 106 años después de su descubrimiento – y los científicos probablemente no habían pensado que era una fuente de 1,5 años la que lo causaba.
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