Hace unos días Sarah y Steve se mudaron a su nueva casa en California juntos con su hijo de 2 años.
Sarah estaba muy emocionada con su nueva casa, ella estaba muy bien preparada y había estado mirando muchas fotos de la casa, como uno suele hacer cuando uno se va a mudar a un sitio nuevo.
Pero había una cosa en el cuarto de su hijo que no había visto.
Dentro del cuarto vio una pequeña puerta, y claro que sintió que tenía que averiguar bien lo que había ahí.
Ella abrió la puerta, que la llevó a algo inesperado – y a un nuevo proyecto que iba a tardar dos años en terminar….
Sarah Goer es una madre que le encantan las manualidades – en general le gusta la decoración.
Un blog
Sarah hace estas cobijas enorme a mano.
Hace un tiempo ella empezó un blog para contar sobre sus proyectos.
Y al hijo de Sarah le encanta ayudar con todos estos proyectos.
Mucha curiosidad
Cuando Sarah y Steve compraron su nueva casa en California, se dieron cuenta de que había una puerta pequeña en el cuarto del hijo. En ese entonces el hijo tenía dos años.
Obviamente los niños estaban muy curiosos de ver que había detrás de esta puerta – y fue entonces que descubrieron lo miedoso.
Un espacio complicado
Detrás de la puerta había un espació pequeño con un piso de plástico podrido, todo el cuarto estaba de muy mal estado. El color de las paredes estaba muy gastado. ¿Quién sabe que había pasado aquí adentro?
Como el tamaño del cuarto era tan raro Sarah y Tom sabían que iba ser difícil transformar este cuarto en un espacio útil.
Así que lo taparon con una cómoda de madera, y nunca le contaron al hijo sobre el «cuarto secreto».
Pero después de haber vivido un año en la casa la pareja decidió hacer algo con el cuarto.
Empezaron a trabajar con el cuarto y decidieron que lo querían tener listo para cuando el hijo cumpliera cuatro años.
Trabajo en secreto
Cuando el hijo estaba en el colegio los padres en secreto trabajaban con el cuarto.
Pusieron nuevas paredes, pusieron un piso nuevo de madera y lo pintaron de un color que le iba encantar al hijo.
Al mismo tiempo Sarah trabajaba con la decoración del cuarto, entre otras utilizó muebles de Ikea.
Listo…
El cuarto fue quedando listo…
En el cumpleaños del hijo le dieron unas pistas que lo llevaron al cuarto secreto. Cuando finalmente llegó a la cómoda de madera los padres le ayudaron a moverla al lado.
Obviamente el niño estaba muy sorprendido y feliz con la sorpresa. ¡Esto es como el sueño de todos los niños!
Como un sueño
Este cuarto es perfecto para que el hijo pueda jugar.
Sarah y Steve le dieron este lindo regalo a su hijo – y estoy segura de que va gozar mucho de este espacio durante su niñez. ¡Qué padres tan maravillosos!