Cualquiera que haya cuidado a un bebé pequeño sabrá lo difícil que puede resultar.
Y ahora imagínate llevándote al bebé a otro país. Quizás ya lo habéis hecho, y si es así entonces sabréis lo complicado que el viaje puede resultar.
Una joven madre intuyó esto cuando subió a un avión con un destino internacional. Preocupada de que su bebé pudiera molestar a los demás pasajeros, tomó cartas en el asunto y decidió actuar de una manera que ha creado titulares…
Dave Corona era uno de los pasajeros a bordo del vuelo de Seul, Corea del Sur a San Francisco, EEUU, el 12 de Febrero de este año. El vuelo tenía una duración de diez horas y no había ningún sitio libre.
Cuando Dave subió a bordo, se fijó que al lado había una joven madre y su bebé, de apenas unos meses, por lo que sabía que le esperaba un largo vuelo lleno de llanto y gritos. Lo que no esperaba, sin embargo, era una bolsa de golosinas colocada en su asiento cuando fue a sentarse.
Dentro de la bolsa había un par de tapones para los oídos, Y también una variedad de dulces coreanos. Al lado había una nota digna de derretir los corazones más duros.
Y ponía: «Hola, me llamó Junwoo y tengo 4 meses. Hoy viajo a los Estados Unidos con mi madre y mi abuela para ver a mi tía. Estoy un poco nervioso y asustado porque es mi primer vuelo, lo que significa que puedo llorar o hacer mucho ruido. Intentaré ir en silencio, aunque no puedo prometer nada. Por favor, discúlpame. Mi mamá ha preparado bolsitas de golosinas para ti. Tienes algunos caramelos y tapones para los oídos. Úsalos cuando haya demasiado ruido por mi culpa. Disfruta el viaje. Gracias. 🙂 »
Obviamente, el gesto fue bien recibido por todos los viajeros a bordo. Seamos realistas, ¿cuántas personas harían todo lo posible por garantizar que otros pasajeros no fueran molestados? ¡Especialmente cuando significaba hacer 200 bolsas con golosinas y tapones para los oídos!
Resultó que Dave era en realidad trabajaba filmando para la TV-KGO en San Francisco. Compartió la historia en la red y tuvo muchas reacciones. Personas de todo el mundo alabaron las acciones de esta mujer. En cuanto a los tapones para los oídos ni siquiera fueron necesarios: el bebé durmió profundamente durante todo el vuelo.
Estas pequeñas cosas son las que me devuelven la fe en la humanidad. Tener en cuenta a tu prójimo es una cualidad extremadamente subestimada y te puede llegar hasta límites insospechados.
Esta historia te ha podido hacer sonreír. El gesto de la mujer era sencillo pero dejó una gran huella.
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