Todos tenemos un maestro a quien recordarmos con mucho cariño.
Para muchos niños es la maestra del jardín de infancia, porque es el momento en el que los niños normalmente dependen de los adultos.
A mí me dijeron que estaba aterrorizada el primer día de guardería y de colegio, pero que los comprensivos profesores me ayudaron a superar mis miedos.
Lorly Schik era uno de estos profesores memorables.
Ella empezó trabajando como maestra de preescolar en los años 40 y desarrolló un fuerte vínculo con los cientos de niños que pasaron por su clase.
Lorly dice que se acuerda de sus estudiantes, de cada uno de ellos.
Pero había uno que le dio muy buena impresión, un pequeño llamado Cory.
Este estudiante de pelo oscuro estaba en los últimos cursos de Lorly, el año antes de que se jubilara de la enseñanza. Ella estaba un poco preocupada sobre lo que pasaría cuando se retiró en 1989, pero al mismo tiempo sabía que era el momento.
Ella y su marido viajaron por todo el país y disfrutaron de su jubilación. Pero su marido murió de repente, cambiando todos sus planes. De repente, Lorly era una viuda.
Lorly permaneció en su pueblo durante 25 años, hasta que cumplió los 90. Entonces, su familia decidió conveniente que abandonara el pueblo donde vivió toda la vida para estar más cerca de ellos.
La idea era que Lorly se mudara cerca de Twin Cities, un área metropolitana en el estado de Minnesota, en Estados Unidos. Lorly se mudaría a una residencia de ancianos cercana a sus familiares.
Una mañana en la residencia encendió la televisión. Lorly cambió el canal hasta dar con la cadena KARE 11.
De repente, se dio cuenta de que reconocía a la persona que había en la pantalla. ¡No podía creerlo!
Uno de los presentadores se parecía mucho a su estudiante Cory. No había dudas de que era la misma persona.
Lorly sintió ganas de ponerse en contacto con él, así que escribió una carta a los padres de Cory, lo que llevó a que pasara algo maravilloso…
La anciana estaba tan conmovida de ver a su antiguo estudiante en las noticias que escribió lo siguiente:
“Bendito sea Cory. Díganle que su profesora de jardín de infantes tiene ahora 90 años y que le gusta ver su programa de noticias. Ella quiere que sepa que es el mejor».
Cuando Cory recibió el mensaje no podía esperar a reunirse con la anciana profesora.
Pero lo que no sabía es que Lorly había guardado una carta de 30 años de su madre que quería compartir con él. Lorly recibió la carta de la madre de Cory cuando terminaron las clases.
En esta carta con forma de corazón, la madre de Cory daba las gracias a Lorly por hacer tan especial el primer año de escuela de su hijo. Las palabras emocionaron mucho al periodista.
En el video de abajo (en inglés) puedes ver imágenes de su reencuentro:
https://www.youtube.com/watch?v=aaIapPlya6g&feature=youtu.be
Como profesor, puedes suponer tanto para tus estudiantes, y esta historia es un conmovedor ejemplo de esto.
Estoy segura de que Lorly tuvo algún papel en el éxito de Cory y merece crédito por esto.
¡Nosotros necesitamos más profesores como Lorly!