El sobrino y la sobrina de Harold tuvieron la misión de limpiar el garaje, y ya al abrir las puertas vieron el auto.
Ya había rumores de que el viejo Harold era dueño de un Bugatti, pero no era un auto deportivo cualquiera el que encontraron…
En el garaje estaba uno de los Bugatti más buscados, un Bugatti Tipo 57S Atlante.
”Era como un mito que él era dueño de un Bugatti, no sabíamos si realmente era cierto y nadie tenía idea del valor que podría tener”, cuenta el sobrino de Harold a The Mirror.
¡El valor actual de esta belleza está de entre 5 y 6,5 millones de euros!
El fabricante francés de Bugatti ha creado muchos autos en su historia, pero justo esta edición queda en una categoría especial, de este modelo sólo fueron fabricados 43 ejemplares, el último salió de la fábrica el 5 de mayo 1937.
La historia de justo este auto está bien documentada, primero fue comprado por una persona de la aristocracia británica.
Su primer dueño era Francis Curzon, un miembro del parlamento con una pasión por el deporte de carreras. Era dueño de muchos autos y se dedicó a su hobby y compitió en carreras durante los años 30.
Justo este auto, el modelo Atlante, parece haberse salvado de competir en las carreras, por ser una vehículo tan viejo tiene un kilometraje bajo.
El auto fue vendido varias veces después de ser propiedad de Curzon, y al final fue comprado por Harold Carr en 1955. En 1960 caducó la licencia del auto y el vehículo parece haber caído en olvido en el garaje de Carr. Nadie sabía dónde estaba y teniendo en cuenta que Carr era un solitario muchos se olvidaron del auto.
Cuando Harold falleció en 2009 al final fue descubierto de nuevo. El Bugatti estaba en el garaje junto con un Aston Martin y varias cartas de compradores potenciales que habían ofrecido cifras astronómicas por los dos autos.
Algunos años después de haberlo descubierto, el auto fue vendido en una subasta por aproximadamente 3,5 millones de euros. El dinero fue repartido entre los familiares que no habían esperado volverse millonarios con la herencia del viejo Harold.
¿Verdad que es una historia poco común? ¡Quién sabe si quizás nos pase también a nosotros algún día! ¡Soñar es gratis y la vida, impredecible!