En Estambul en Turquía hay cantidades de gatos callejeros. Ellos nacen, viven y mueren en las calles sin tener ningún hogar. Pero hay un sitio donde pueden ir, donde pueden pasar las frías noches o protegerse del sol cuando hace mucho calor. El año pasado el imán Mustafa Efe abrió las puertas de su mezquita para los gatos callejeros.
Desde entonces la mezquita se ha vuelto como un santuario para los gatos. Y algunos hasta eligen tener a sus hijos ahí.
La hermosa iniciativa de Mustafa Efes le ha dado la vuelta al mundo y gente le rinde homenaje por su lindo gesto.
El dice que los gatos son sus “huéspedes” y se nota claramente que los animales se sienten bien dentro de la mezquita.
A mi me parece que esto es una hermosa iniciativa. Los gatos que viven en la calle no llevan una vida muy fácil. Pero Efes les ayuda a mejorar la vida y les da una seguridad que no han tenido antes.
Aquí abajo puedes ver algunas fotos más de la mezquita.
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