Cuando David y su hija llegaron al café David pensó sacar su periódico mientras su hija pensaba sacar sus cosas para seguir tejiendo. Pero antes de sacar las cosas la hija miró a su papá y preguntó si “sólo podían estar juntos”. En vez de decir que no David entendió que tenía que estar presente.
“Queridos compañeros seres humanos,
Esta mañana, por su petición, llevé a mi hija de nueve años a una cafetería. Ella llevó un tejido a crochet y yo llevé el periódico, un cuaderno y lápiz y mi teléfono. Esta sería una salida similar a las otras que hemos tenido: sentados en la misma mesa, haríamos nuestras propias cosas: ella se mantendría ocupada con algo y yo me pondría al día con correos, organizaría mi semana, trabajaría, etc.
Hoy ella me hizo una solicitud adicional: ‘Papi, ¿puedes no leer el teléfono ni escribir ni chequear tu correo hoy?¿Podemos sólo estar juntos?’. No estoy tratando de ser dramático; esa fue su pregunta”, escribe David
Él pasó el desayuno hablando son su hija. Nada de celulares, nada de periódicos. Se rieron, hicieron bromas, compartieron historias y pensamientos – y más que todo disfrutaron de estar juntos.
“Me mostró su proyecto, le conté del día que nació. Me contó de sus amigos y sus hámsters. La vi masticar su sandwich y me derretí un poco pensando en cuánto la quiero.”
Después de un tiempo David fue a la caja a pagar. Cuando regresó a la mesa encontró una misteriosa nota en la mesa donde habían estado sentados. Él tomó la nota y empezó a leer. Quedó tan conmovido con el mensaje que sintió que lo tenía que compartir en Facebook cuando llegó a la casa.
En la nota del desconocido decía:
”Yo trabajo en una escuela donde muchas hijas no tienen padres, y aquellas que sí, nunca lo han tenido viéndolas y escuchándolas con el 100% de su atención por tanto tiempo como tú lo hiciste en una mañana de domingo. No tienes ni idea del regalo que le estás dando a todos los profesores que son responsables de educarla hasta que se gradúe”
David quedó conmovido con el saludo y describe aquí sus sentimientos.
”Este mensaje anónimo realmente me hizo pensar. Yo espero que más gente puede obtener inspiración de esto y ser guiado por la consideración del autor anónimo.
Por favor, no esperes a que tu hijo u otro ser querido te pida atención como hizo mi hija. Porque él o ella quizás no siempre lo haga. No esperes que alguien te deje una nota, pues es un gesto muy inusual en este mundo. Este tipo de calor no es algo que vemos muy frecuente. Pero yo quisiera que tu compartieras esto.
Elige ser presente hoy – aunque sea por un momentico – con alguien que amas. Si ves que esto ocurre en algún sitio, escribe una nota – te garantizo que vale la pena.”
David
Por favor comparte esta linda historia si crees que su mensaje puede mejorar el mundo.