Para muchos competidores en Britain's Got Talent, el miedo a lo que pueda pensar el jurado es muy grande. Alice Fredenham es uno de ellos, sufre de miedo escénico y ni se atrevió contarle a su propia familia que iba a este concurso de talento. Alice sabía que si al jurado no le gustara su voz se lo tomaría muy personal.
Cuando sube al escenario es fácil notar su nerviosismo, pero apenas abre la boca y empieza a cantar logra relajarse y nos ofrece su bella voz. Al jurado le encanta su número y su voz, sólo escucha lo que dice Simon cuando termina de cantar. Y público está muy de acuerdo, mira cómo se pone en pie y aplauden a rabiar.
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