Músicos de la calle hay en todas partes, y siempre me hacen sonreír, incluso aunque no suelo pararme para escucharlos. Pero a veces hay personas que están en el lugar adecuado, en el momento adecuado, convirtiéndose en gran sorpresa para los viandantes. Como, por ejemplo, la niña de 9 años, Asta Dora Finnsdottir, de Islandia. Cuando Asta y su familia estaban de visita en Londres, iban bajando hacia el metro y vieron, de repente, un piano vacío. Asta decidió darle una oportunidad y nadie se imaginaba lo que podía ocurrir. Tal vez golpear las teclas con un poco de ritmo, quizá alguna pieza sencilla. Pero no. La niña se atrevió con Mozart, la "Marcha turca", y lo hizo con tanto talento, y con unos dedos tan virtuosos, que hasta los caminantes más estresados se pararon a disfrutar del espectáculo. Imposible no dejarse conquistar por el talento de esta niña, ¡juzga por ti mismo!
En el piano ponía “Tócame, soy tuyo”. Me parece una idea genial, de esta forma dan la oportunidad de que grandes talentos desconocidos puedan dar sus improvisados conciertos en el metro. Los viajeros seguro que lo agradecen. No te pierdas a esta pequeña, ¡qué talento!
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