En 2011 Chooka se presentó a la edición australiana de Got Talent. Tenía 16 años, y junto con sus padres, trabaja en el campo. Viven en un pueblo pequeño que ni siquiera tiene un bar, algo de lo que se ríe le jurado.
Los miembros del jurado le preguntan al chico si va a cantar. Chooka responde, con decisión, que no, que va a tocar el piano. Algo que ha aprendido a hacer por sí solo en su casa en el campo.
¿El tema que va a interpretar? Ni siquiera él lo sabe. Pensaba simplemente improvisar y que sus dedos se movieran libremente.
EL resultado arranca los entusiasmados vítores de un público, jurado y espectadores asomprados. ¡Esto es pura magia!
A partir del minuto 1:40 es cuando el chico se sube al escenario.
Muchas veces juzar por las apariencias nos lleva a grandes errores. Creo que esto se puede aplicar a este caso.
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