Historias como esta me devuelven la fe en la humanidad.
La pequeña Angel nació con un defecto de nacimiento que cubría casi todo su rostro y por eso era víctima de bullying constantemente. Sus padres trataron de proteger a su hija manteniéndola en casa, donde sólo jugaba con sus hermanos y primos, oculta de la crueldad de los otros niños.
Durante mucho tiempo, sus posibilidades de vivir una vida normal parecían inciertas. Pero entonces fue cuando una organización sin ánimo de lucro pagó la operación que la convirtió en una niña feliz, sana y confiada.
La filipina Cypres Salon dio a luz a su hija, Angel y estaba muy feliz. Sin embargo, cuando escuchó un extraño ruido procedente de la incubadora de su pequeña, se dio cuenta rápidamente de que algo iba mal. Finalmente la vio y quedó impactada, se culpó a sí misma por ello.
Angel nació con encefalocele, un defecto del cerebro que ocurre cuando el tubo neural se cierra completamente durante el desarrollo fetal. En el caso de Angel, esto supuso que tenía una enorme hernia en medio de su cara. Era tan grande que Angel apenas podía ver o participar en actividades diarias.
La única oportunidad que tenía de tener una vida normal era que le quitaran la hernia con cirugía. Su mamá había ahorrado unos 5.500 dólares para la operación, pero incluso si era exitosa había riesgos.
Mientras, la hernia de Angel creció tanto que otros niños la acosaban por ello. Algunos incluso la llamaron «monstruo».
El acoso escolar que sufría preocubaba tanto a sus padres que hicieron todo lo posible para mantener a su hija en casa y protegida del bullying. Uno de los días en que Angel estuvo en un lugar público, un chico se acercó a ella y empezó a llamarla cosas, pero Angel respondió dando unas suaves caricias al niño en la cabeza y diciendo «hola».
La mamá de Angel estaba muy orgullosa, pero también devastada por el incidente. Sólo quería que su hija tuviera una buena vida, pero la cirugía para eliminar la hernia costaría cerca de 8.000 dólares más de lo que la familia había ahorrado.
Afortunadamente, la Children First Foundation supo del caso de Angel y ofreció pagar la operación. En septiembre de este año, la organización sin ánimo de lucro llevó a Angel y a su padre a Australia para una intervención que daría a la niña la oportunidad de tener una vida normal.
Durante cuatro horas, los cirujanos trabajaron para extirpar la hernia de 200 gramos que salía de la cara de Angel y cubrieron el agujero que quedó en su cráneo con hueso de su cadera.
La cirugía fue un éxito y Angel, quien es una niña muy positiva, está feliz al poder ver y leer libremente.
Los niños son nuestro futuro y lo más importante que tenemos. Por favor, comparte esta inspiradora historia para mostrar que todos los niños tienen derecho a tener una buena vida.