Cuando Cheyenne Rae Owensby tenía tan sólo ocho meses, su madre la llevó a que pasara la noche con su papá James Davis Jr. Ambos estaban separados y esta visita tenía lugar cada dos semanas.
Pero ese día de agosto de 2012 las cosas no fueron como de costumbre. Tan sólo una hora y media después de dejarla en casa del papá, ella recibió una terrible llamada: la policía le informó que su hija estaba grave en el hospital y no respiraba.
Según informaron a la madre, la niña estaba llorando y el padre, incapaz de controlar su ira, la sacudió violentamente, causando una fractura en el cráneo y un sangrado en el cerebro de Cheyenne.
Cheyenne fue llevada a hospital, donde los médicos dijeron a la madre que ésta necesitaría cuidados el resto de su vida y que permanecería en estado vegetativo.
La desesperación de la madre era total; pensó haber dejado a su hija protegida y de repente la encontró en el hospital con la cara hinchada y con la pierna negra por un coágulo de sangre y al borde de la muerte.
El padre de la niña confesó a la policía que la había sacudido. Dijo que “perdió el control” y fue condenado a 20 años de prisión.
Mientras estaba en la cárcel, Cheyenne luchaba por su vida, hasta que un día ocurrió el milagro: Cheyenne despertó y empezó a mejorar.
La niña podía hablar y moverse pero no mover el lado derecho de su cuerpo. Cheyenne fue sometida a cirugía y cuando se recuperó mostró unas extraordinarias ganas de vivir.
Ahora la madre tiene una página de Facebook dedicada a su hija y actualiza continuamente el estado para que familiares y amigos sepan cómo evoluciona su niña.
Además, pretende con ello difundir un importante mensaje: ¡No hay que sacudir a los bebés! Esto puede suponer un peligro de muerte para ellos. Mejor nunca dejarlos con alguien que tiene problemas para controlar su ira.
Por suerte, Cheyenne es una luchadora y cada día demuestra que sabe ofrecer a la vida su mejor sonrisa a pesar de las dificultades.
Por favor, comparte este importante mensaje para que ningún niño tenga que sufrir lo que están enfrentando Cheyenne y su familia.