Criar a un hijo no es siempre sencillo, especialmente si uno de los padres se ve obligado a hacerlo solo. Cuando Sean Whalen era pequeño su padres los echó de casa a él, a su hermano y a su madre después de que se produjera una gran pelea. Esto ocurrió hace 30 años. Después de esta separación impuesta por el padre, la madre se vio obligada a criar sola a sus dos hijos y tuvo que conseguir dos trabajos para sacarlos adelante. Recientemente Sean estaba comiendo con su hijo en un restaurante cuando se fijó en una camarera y tuvo la impresión de que ella no quería estar allí, como le ocurrió a su madre. Sintió que se trataba de una madre sola que estaba trabajando duro para sacar a sus hijos adelante. Entonces a Sean se le ocurrió una maravillosa idea, y su historia sobre la complicada separación y lo que ocurrió después en el restaurante invade ahora internet ahora.
En un mensaje de Facebook, que ya se ha vuelto viral, Sean contó su visita a un restaurante chino en el que recordó el divorcio de sus padres y los grandes sacrificios de su madre para salir adelante.
“DIVORCIO. El día que mis padres se separaron está grabado para siempre en mi memoria. Papá y yo comenzamos a discutir y todo acabó en una gran pelea. Mi padre se puso como loco y nos echó de casa a madre, mi hermano pequeño y a mí. Esa noche tuvimos que dormir en un hotel. Cuando volvimos al día siguiente, mi padre había cambiado las cerraduras. Yo vi cómo mi madre le pidió a mi padre que nos dejase entrar a coger ropa”, escribe Sean, y continúa después:
“Mi madre, mi hermano pequeño y yo nos mudamos a un pequeño piso donde no teníamos absolutamente de nada. Personas de la iglesia nos trajeron cacerolas, sartenes, sofás, camas y comida. Mi padre sacó el dinero que tenían en el banco y se fue dejando a mi madre sólo con el dinero que llevaba en su monedero. Mi madre no podía hacer nada. No teníamos familia cerca. No teníamos a nadie, sólo la ayuda de la iglesia.
Yo comencé a darme cuenta de todo lo que mi madre había hecho por nosotros cuando yo mismo me convertí en padre soltero. Cuando era pequeño realmente no veía toda la energía y esfuerzo que mi madre había puesto en mi hermano y en mí. Ella se dejó la vida trabajando para que nosotros saliésemos adelante. Ella hizo todo lo que pudo para que nosotros pudiésemos tener todo lo que deseásemos.”
Fuente de la foto: Sean Whalen (Facebook)
Así que cuando Sean y su hijo estaban, recientemente, en un restaurante, Sean sintió pena por la camarera al sospechar que tenía una historia parecida.
“A través de pequeñas charlas con ella, cuando venía a rellenar mi vaso de agua, me quedó con la sensación de que esta madre sola no quería realmente estar allí, pero no le quedaba más remedio y lo hacía poniendo su mejor sonrisa. Me rompió el corazón. Yo pensé en mi madre, y vi la misma lucha en esta mujer que veía en mi madre. Una madre sola. Quizá por decisión propia. Quizá no. Pero, sea como sea, trabajando un miércoles por la noche para asegurarse de poder poner comida en el plato de sus hijos y zapatos en sus pies.
No por riqueza. No por estatus. Para poder vivir. Para poder dar algo a sus hijos que le hacen sonreír todos los días. Yo podía sentir su dolor. No podía dejar de pensar en mi madre y lo difícil que era ser una madre sola que tiene que mantener a su familia. No me puedo ni imaginar cómo se pueden sentir estas madres.
Yo sé que mi propina no iba a pagar el alquiler de su vivienda.
Yo sé que mi propina no iba a pagar las facturas del dentista de sus hijos.
Yo sé que mi propina no iba a llenar su nevera.
Pero esperaba, al menos, poder hacerla sonreír esa noche, y que pudiese volver a su casa un poco más feliz que cuando salió para ir a trabajar.
No conozco realmente su historia. No necesito conocerla. Yo sentí esa noche que, quizá, en algún momento alguien hizo esto mismo por mi madre y eso le dio fuerza para trabajar por las noches y no darse por vencida. Realmente no lo sé. Nunca lo sabré. Pero yo sé algo:
Yo he sido bendecido con más de lo que se pueda imaginar,y mi madre siempre estuvo ahí. Ella me enseñó como reponerme de los malos momentos. Ella me mostró lo que es el trabajo y el esfuerzo. Espero que este pequeño gesto con mi hijo esta tarde puedo aportar algo de luz a la vida de esta mujer para que tenga más fuerza para levantarse mañana y luchar contra viento y marea.
Madres solas que luchan… RESPETO. Sois maravillosas y vuestros hijos aprenden cada día de vuestro esfuerzo. Sois su inspiración. Precisamente como mi madre lo ha sido para mí.
Mamá, te quiero. Eres mi héroe.”
Sean publicó después una foto en Facebook en la que se ve que había dejado una propina de 100 dólares americanos a la camarera. Un gesto precioso.
Bildkälla: Sean Whalen (Facebook)
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