Esta foto se está difundiendo en internet como la pólvora -mírala de cerca y entenderás por qué

El corazón de los niños no tiene prejuicios – algo que que sin embargo abunda en un mundo donde lamentablemente el racismo es una realidad.

Los adultos siempre piensan que saben más que los pequeños, pero esta historia demuestra que tenemos mucho que aprender de los niños de hoy en día.

Cuando Lydia Stith Rosebush publicó esta increíble historia en la página de Facebook de Love What Matters se hizo viral inmediatamente. Después de leer la historia comprendo el por qué.

El hijo de 5 años de Lydia, Jax, está convencido de una cosa en esta vida: su mejor amigo, Reddy y él se ven como gemelos idénticos.

Hay solo una cosa que les separa, opina Jax: el cabello.

Por eso Jax decidió poner su pelo de punta este fin de semana para hacerle una broma al maestro de Reddy el lunes.

¿Cómo podrá su maestro distinguir entre ellos si tienen el mismo peinado?

«Jax dijo que no podía esperar a ir a la escuela el lunes con su pelo como el de Reddy, para que su maestro no sea capaz de distinguirlos», escribió su madre, Lydia, en Facebook.

Fuente: Facebook / Love What Matters

«Si esto no es prueba de que el odio y el prejuicio es algo que se enseña no se qué más es», escribió Lydia. «La única diferencia que Jax ve entre ellos dos es su cabello».

El post recibió más de 85.000 «me gusta» y fue compartido 25.000 veces en menos d euna semana.

Muchos usuarios también compartieron sus propias historias sobre cómo los niños no tienen prejuicios.

Una maestra alemana escribió sobre una conversación que escuchó entre una madre y su hijo.

La mamá le preguntó a su hijo cuántos refugiados había en su clase y el niño respondió: «ninguno mamá, solo había niños en mi clase».

En el vídeo de abajo puedes ver algunas imágenes de estos dos encantadores «hermanos gemelos»:

Definitivamente, tenemos mucho que aprender de nuestros hijos, ¿no crees?

Por favor, comparte este artículo para ayudar a difundir la hermosa visión de Jax. Con suerte, pueda hacer que algunos adultos dejen de juzgar a los demás solo por las apariencias, y que entendamos que todas las apariencias, todas, son igual de maravillosas.