John Peter Goodridge tuvo el placer de ser testigo de uno de los espectáculos más fascinantes que ofrece el mundo animal a muy poca distancia: el salto de una ballena.
El pasado 19 de julio se encontraba en Sidney, Australia, avistando ballenas jorobadas, que en esa época son comunes en la costa australiana.
De repente, vio como de las aguas surgió a la superficie una ballena a escasos metros del bote que viajaba frente a él y cuyos tripulantes parecían distraídos mirando al otro lado.
Goodridge tuvo la suerte de captar con su cámara ese espectacular momento. Poco después la compartió en su cuenta de Facebook con el siguiente comentario:
“Bueno, mi foto de este año 2016 hasta el momento 🙂 Migración al norte del 19 de julio en Sidney 2016.
No muy a menudo ves a un Humpback saltar tan cerca de un barco.»
Ésta estaba a tan sólo unos pocos metros de los observadores en este pequeño bote. Las personas que había en el barco estaban viendo alguna otra actividad a la derecha, entonces escuchamos el boom a la izquierda».
El pequeño barco flotaba con el motor apagado mientras veían a las ballenas pasar. La norma es que todos los botes deben estar a 100 metros de cualquier ballena y a 300 metros si hay crías. Las crías son observadas durante su migración de vuelta al sur hacia la Antártida.
Goodridge suele colgar en su cuenta de Facebook fotografías para concienciar sobre la migración de las ballenas en la costa este australiana.
Según explicó, los tripulantes del barco de la foto miraban hacia el otro lado porque poco antes la ballena había saltado por ahí y sólo se dieron cuenta de lo que pasó al escuchar a la ballena caer de nuevo al agua.
“El agua que salpicó la ballena al entrar de nuevo en el agua hizo que el bote en el que estaban se tambalease como un corcho en medio del océano”.
¡Qué hermosa instantánea! Hasta parece que la ballena les gastó una buena broma.
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