Huérfana de 4 años le da la mano en la calle – cinco años después sus vidas cambian para siempre

Fabiana Donati, hoy de 56 años, nunca se planteó el ser madre, hasta que un día la maternidad llamó a su puerta y no lo hizo de la forma tradicional.

En 2004 esta mujer de San Isidro, en Argentina, recuerda el día en que trabajaba como voluntaria del hogar Familias de Esperanza, dedicado a cuidar a hermanos sin hogar.

Así fue como un día conoció a Joana, una niña de apenas cuatro años y medio que nada más verla la agarró de la mano. “Me derritió de ternura”, cuenta la mujer al diario Clarín.

Ese fue el principio de una larga relación que terminaría de forma insospechada para ambas.

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Fabiana cuenta que desde entonces ella y Joana iniciaron una hermosa relación. La sacaba a pasear los fines de semana, se quedaba a dormir en su casa y pasaban las fiestas juntas, explicó Fabiana al diario Clarín.

Pero un día Fabiana tuvo que mudarse a San Martín de los Andes y Joana no tuvo más remedio que ir a visitarla sólo durante las vacaciones.

Sin embargo, un día todo cambió para ambas. Las autoridades argentinas les notificaron que Joana y sus tres hermanos ya podían ser adoptados.

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Joana no se lo pensó y pidió a Fabiana que la adoptara. La niña tenía entonces nueve años, hizo las maletas y se fue a vivir con ella.

Por su parte, su hermano mayor fue a vivir con una familia, al igual que sus dos hermanos menores, Brian y  Marisol, quienes fueron adoptados por una pareja. Pero lejos de lo que imaginaban nada fue para mejor.

Pasaron los años y empezaron a darse cuenta de que algo no iba bien con los dos hermanos menores de Joana.

Un día Brian confesó, les estaban maltratando. Entonces Fabiana decidió hacer algo al respecto.

Regresó a San Isidro, donde luchó a capa y espada para que sacaran a los niños de ese hogar poco recomendable hasta que lo logró. Finalmente, permitieron que adoptara también a los dos hermanos.

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Ahora juntos son una nueva familia y aunque Fabiana confiesa que a veces hay “problemas de convivencia”, ya que los dos hermanos están en la adolescencia, todos se dan cariño y compañía.

A veces la vida nos da sorpresas más que inesperadas, tanto buenas como malas, que cambian nuestro camino para siempre.

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