Jenny, 82 años, sufre heridas tras caídas de la silla de ruedas, pero el ayuntamiento no le da nueva vivienda

Jenny Johansson, de 82 años, es una persona con discapacidad física a causa de una parálisis cerebral.

Jenny lleva encerrada y aislada en su apartamento varios meses, en una casa que no tiene ascensor.

Ahora además se ha caído y tiene morados por el golpe – pero el ayuntamiento sigue sin concederle una vivienda social para personas con necesidades especiales, escribe el canal de televisión local SVT Västerbotten.

La lucha de Jenny Johansson por la concesión de una nueva vivienda ha involucrado a mucha gente de toda Suecia. Muchas son las personas que a través de las redes sociales han pedido a los políticos que actúen, sin que nada suceda.

Mientras tanto Jenny sigue sin poder hacer frente a la situación, haciéndose daño, debido a su discapacidad. Recientemente se ha caído de su silla de ruedas, nuevamente.

– Iba a ir a buscar una taza a la cocina. No puse bien el pie y me caí. Me di un buen golpe en la frente. Al menos tenía la alarma conmigo y la ayuda vino de inmediato, cuenta Jenny a SVT Västerbotten.

Según Jenny, es crucial cómo se coloque en la silla de ruedas, porque la parálisis de medio lado producida por el infarto cerebral hace que el cuerpo comience a inclinarse si se sienta un poco oblicua.

Actualmente recibe ayuda del asistente social y así va a continuar por el momento.

Jenny  había solicitado ya antes la concesión de una vivienda social, para poder tener mayor libertad y poder salir más – pero el ayuntamiento se lo denegó.

– El gestor de la ayuda social ha decidido otorgarle más recursos de asistencia a domicilio y creo que es la medida adecuada en este caso – comenta Kenneth Fahlesson, presidente socialdemócrata del Consejo Social.

Jenny ha presentado una nueva apelación ante el tribunal administrativo y ha dado las gracias por el apoyo recibido.

– Estoy muy emocionada por el apoyo recibido por parte de tanta gente. Muchas personas han llamado, otros han escrito cartas, me han visitado con flores para después ayudarme con la cena, dice Jenny.

Jenny, 82 år, sitter isolerad i sin lägenhet. Nu har hon ramlat ur rullstolen och gjort sig illa – igen. Men politikerna vägrar ändra beslutet.

Posted by SVT Nyheter Västerbotten on Thursday, November 16, 2017

Me enfurece saber el trato que reciben algunos de nuestros ancianos – y esto es algo que ocurre en todo el mundo. 

Es obvio que una mujer de 82 años no puede vivir aislada en su apartamento causándose morados a causa de las caídas. ¡Necesita ayuda!

Comparte por favor este artículo y difunde la situación de Jenny. Así podemos crear conciencia sobre este problema mundial que nos afecta a muchos.