Algunas veces las cosas escapan a nuestro control, como las complicaciones durante el parto. Melanie Pritchard tuvo un embarazo normal sin ningún tipo de problema, pero cuando llegó el momento de dar a luz pasó lo impensable. El corazón de Melanie se detuvo y fue declarada muerta.
Pero alguien rechazó perder la esperanza... Y ahora todo internet cree en los milagros.
Cuando Melanie Pritchard fue a la sala de partos, tenía unas contracciones terribles y dificultad para respirar. Pronto se supo que sufría de un embolismo del fluído amniótico, una rara reacción donde los fluídos amnióticos entran en contacto con el flujo sanguíneo de la madre, lo que puede hacer que el corazón y los pulmones se detengan. La condición a menudo conduce a la muerte.
Melanie estaba muriendo y los médicos inmediatamente le practicaron una cesárea para sacar al bebé.
Cuando el padre vio a su hija por primera vez quedó lleno de una emoción inexplicable.
«Era el momento más agridulce que he sentido en mi vida. Melanie podría no estar ahí y tendría que criar a esta pequeña princesa solo», dijo el marido a CBN.
Melanie fue pronunciada muerta y los médicos dijeron a Dough que se despidiera. Desesperado, se inclinó sobre el amor de su vida y suplicó: «si tienes algo de fuerza en ti.. entonces lucha».
En aquel instante algo increíble sucedió. El hermano mayor de Melanie, también un médico, visitó el hospital para revisar su caso. Entonces se reveló que Melanie sufría un sangrado interno como resultado de la cesárea. Los médicos no se habían dado cuenta y se la llevaron inmediatamente a la sala de operaciones.
24 horas después Melanie estaba despierta. A pesar de las complicaciones, ni Melanie ni su hija sufrieron daños permanentes tras el parto.
Gracias a los médicos que no perdieron la esperanza, Dough, Melanie y su hija Gabriella viven juntos y felices. Esta es una conmovedora historia que nos recuerda que la esperanza es lo último que hay que perder. ¡Por favor comparte si estás de acuerdo!