Cuando creía haber visto lo más extraño, lo más terrible que este mundo nos puede ofrecer, algo aparece a nuestro alrededor de repente, que hace cuestionar cuales son los límites que podemos traspasar los humanos.
En la ciudad de Ryazan en Rusia y según Daily Mail, una mujer de 31 años llamada Yulia dio a luz en medio de una fiesta – una en la que había estado consumiendo grandes cantidades de alcohol – antes de regresar a la fiesta buscó una solución que en su mente era completamente correcta.
La historia está atrayendo de manera viral la atención de todo el mundo, y no solo porque se trata de algo espeluznante, sino porque la gente no se cree que esto pueda suceder. Pues sí, sucedió, es real y por ello me pregunto, pero que demonios está pasando.
Una mujer de 31 años, Yulia, a punto de dar a luz, estaba haciendo lo que todas las buenas madres hacen cuando están en su situación – divirtiéndose en una fiesta como si tuviera 18 años, sin importarle poco el mundo. Y en ese momento notó las contracciones.
En cambio de contarle a sus amigos que estaba a punto de tener un bebé, o o bueno en cambio de pedir ayuda médica para asegurarse de que el bebé llegara bien al mundo, Yulia se fue hacia un lado. Según los medios, ella silenciosamente se fue al baño para dar a luz a su tercer hijo.
Acciones inexplicables
Pero espera, la cosa fue a peor. Además ya del hecho de dar a luz de manera exitosa en el baño, Yulia no se fue al hospital, ni abandonó la fiesta. Al contrario, tiró al recién nacido en un basurero cercano y continuó la fiesta, escribe Daily Mail.
No, no estamos bromeando. Su crimen fue descubierto, cuando otra mujer al pasar al lado del basurero escuchó como por arte de magia el llanto del recién nacido. Se llamó de inmediato a las autoridades y el bebé pudo salvarse, al ser rescatado antes de que fuera demasiado tarde. Sufría de hipotermia cuando lo trasladaron al hospital, y le mantuvieron en cuidados intensivos para que pudiera sobrevivir.
La policía pudo vincular el crimen con Yulia después de investigar todas las habitaciones del apartamento. Descubrieron sangre y otras pruebas que demostraron que era ella la que había dado a luz y de inmediato tomaron las medidas pertinentes.
Sus otros dos hijos de tres y cuatro años, fueron llevados a un orfanato por su propia seguridad. Mientras Yulia fue arrestada y se le imputaron los cargos de intento de homicidio a un recién nacido. La mujer de 31 años podría permanecer entre rejas al menos cinco años si la encuentran culpable del delito que se la imputaba.
Anzhelika Yevdokimova, portavoz del comité de investigación ruso explicó: La madre dijo que no quería el bebé. Ni siquiera miró si se trataba de una niña o un niño antes de tirarlo. Cuando fue arrestada, estaba con una elevada intoxicación etílica, según Daily mail.
Por supuesto, un acto así es absolutamente despreciable, pero uno debe considerar la cantidad de dolor personal que alguien tiene que tener para hacer lo que hizo. Anular totalmente su instinto natural en favor de una fiesta es absurdo. Es por ello que habrá que analizar los problemas subyacentes más profundos antes de juzgar sin más a las personas.
Todos los bebés se merecen una oportunidad en la vida, y solo la enorme fortuna ha hecho que esta historia haya acabado así antes de que fuera demasiado tarde.
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