Una pequeña perra abandonada, sola en una zanja en Beirut, capital del Líbano, cosa bastante habitual en la ciudad. Sin embargo algo hace que Amal Andari se pare.
Ella y un amigo estaban sentados en el coche cuando advirtieron la presencia de la perra en la zanja. Primero Amal pensó en ofrecerle un poco de agua pero cuando se acercó se dio cuenta de lo mal que se encontraba la pobre perra.
Tenía una enorme herida en la cabeza.
Los amigos no lo dudaron ni un momento - cogieron a la perra y la llevaron al veterinario.
Bandok, como así se llamaba ahora la perra, estaba hambrienta y asustada. A pesar de ello la perra los recibió moviendo la cola.
Amal tomó a la perrita entre sus brazos y la llevó hasta el coche. Un momento más tarde llegaron al hospital.
El veterinario comenzó haciendole unas radiografías a Bandok para ver si la herida de la cabeza era grave. Pero las radiografías mostraron que no había nada serio.
A Bandok le habían disparado decenas de veces con una pistola de aire y todas las balas estaban dentro de la piel. El personal del hospital sospechaba que se trataba de un grupo de adolescentes del barrio que se «divertían» maltratando al perro.
Bandok estaba muy enferma como consecuencia de las heridas. Sus ojos se habían hinchado de nuevo y no podía ver. Su piel también estaba infectada. Pero los veterinarios vieron que tenía mucha voluntad y decidieron intentar ayudarla.
¡Y es maravilloso verla como está ahora! Hace unos días la organización Animals Lebanon publicó una foto de Bandok – y ahora es una perra completamente distinta.
La organización está buscando ahora una casa para Bandok y así no necesitará vivir más en la calle.
Aprovecho para elogiar el trabajo de Animals Lebanon, y de todas las organizaciones en el mundo que ayudan a los animales maltratados permitiéndoles salir adelante. Si no fuera por ellas perros como Bandok no tendrían nunca una segunda oportunidad.
¡Esperemos ahora que puedan encontrar un nuevo hogar lo antes posible!