Perder un hijo es lo más duro que le puede pasar a un padre o una madre en la vida.
Un mañana, cuando William Jazwinski iba en su vehículo, vio una luz azul en el espejo retrovisor.
William fue reduciendo la velocidad y paró. Cuando el policía se acercó, William le preguntó si iba demasiado rápido.
Pero ese no era el problema, el policía solo quería darle las gracias por su fiel servicio.
Entonces William recordó que tenía un pegatina en la parte trasera de su vehículo en la que decía que había sido soldado.
El policía le preguntó a William donde había trabajado y William le contó que había estado 15 meses en Irak.
Fue entonces cuando el policía comenzó a abrirse a este desconocido con el que tenía algo muy importante en común.
El policía le contó que su hijo también había servido en Irak pero que nunca había vuelto a casa.
William se sintió muy conmovido por la historia del policía, y le dijo que lo sentía mucho.
Antes de que William se fuera, el policía vio una pequeña bandera americana en el frontal del automóvil. Era exactamente la misma bandera que había recibido con la notificación de la muerte de su hijo.
Entonces el policía le hizo una extraña pregunta a William.
Le preguntó si podía darle un abrazo.
”Me recuerdas a mi hijo, creía que eras él».
William no pudo contener las lágrimas y se bajó del coche para darle un abrazo.
Y se fundieron en un largo abrazo lleno de lágrimas.
No solo el policía necesitaba ese abrazo, William acababa de superar el síndrome postraumático, tras una larga rehabilitación, y un abrazo era lo que más necesitaba.
William compartió la historia de lo ocurrido en su perfil de Facebook el 18 de abril y ha sido compartido 179.000 veces.
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