Admito que a veces es enojoso tener que pagar abusivas tarifas por un pop corn y un refresco. No siempre me acuerdo, pero en ocasiones trato de llevar conmigo algún antojo desde casa para poder evitarlas.
Pero las chica de esta historia fue más allá con su capricho....¡Se inventó un embarazo! Ya que le entró el deseo de comerse una sandía en el cine y no encontró un modo mejor de camuflarla.
Priscilla Buñuelos, una chica de 18 años de California, en Estados Unidos, se ató a la barriga media sandía para poder entrar con ella en el cine.
Sus amigas fueron cómplices, llevando consigo ingredientes extra como helados y polvos para disfrutarla durante la película.
Pero al terminar se dieron cuenta de su error de cálculo… ¿Cómo deshacerse de la enorme cáscara.
Ya no era posible atarla de nuevo al abdomen de Priscilla, así que tuvieron que dejarla dentro de la sala, lo que enojó muchísimo a los empleados.. La historia se dio a conocer cuando Priscilla publicó su aventura en Twitter.
Pero bueno, un antojo es un antojo.. ¡Y la alimentación sana es algo que se debería promover en los cines! Ojalá un día ofrezcan fruta fresca para evitar el contrabando de sandías en las salas de cine 🙂 ¡Compártelo si estás de acuerdo!
