Enfermera comparte las cosas más inquietantes que hace la gente justo antes de morir

Todos nos enfrentamos al mismo destino: la muerte. Sin embargo, sigue siendo uno de nuestros mayores temores, envuelto en misterio e incertidumbre.

Ahora, una enfermera de cuidados paliativos ha recurrido a las redes sociales para arrojar luz sobre algunas de las cosas más inquietantes que hace la gente antes de morir, ayudando a las familias a comprender el proceso de la muerte y a aliviar el miedo que la rodea.

Ha visto muchas muertes

Julie McFadden, enfermera especializada en cuidados paliativos, se ha propuesto educar a la gente sobre qué esperar cuando un ser querido se acerca a la muerte. Esta enfermera de Los Ángeles ha pasado más de 15 años trabajando en cuidados intensivos y cuidados paliativos y, a través de sus vídeos en línea y su libro, comparte conocimientos de primera mano sobre los últimos momentos de la vida. Su objetivo es eliminar el estigma en torno a la muerte y ayudar a la gente a sentirse más preparada.

«Fui enfermera de cuidados intensivos durante unos 8 años y vi muchas muertes. Como trabajadores sanitarios, hablábamos entre nosotros de la probabilidad de que nuestros pacientes murieran, pero no hablábamos con los pacientes ni con las familias. Esto me llevó a querer hablar y defender a mis pacientes y a sus familias y empezar a tener reuniones familiares», dice ella.

Instagram

En una de sus publicaciones más comentadas, McFadden destaca las dos cosas más comunes, pero a la vez «perturbadoras», que suceden cuando alguien se acerca al final: los cambios en la respiración y el infame «estertor».

1. Cambios en la respiración

Una de las cosas más impactantes que experimentan las familias junto a la cama de un ser querido es un cambio repentino en los patrones de respiración. McFadden explica que esto puede ser alarmante, especialmente cuando las personas no son conscientes de que es una parte natural del proceso.

«Notarás una respiración rápida, seguida de largas pausas, y luego otra vez una respiración rápida», dice.

Este fenómeno se conoce como respiración de Cheyne-Stokes y se produce debido a cambios metabólicos en el cuerpo a medida que se apaga. El patrón se repite, y cada ciclo suele durar entre 30 segundos y 2 minutos.

Aunque pueda parecer angustioso, McFadden asegura a las familias que no significa que su ser querido esté sufriendo.

La Sra. McFadden compartió un vídeo de una paciente que experimentaba el proceso, describiéndolo como una secuencia de respiraciones rápidas e irregulares seguidas de una pausa prolongada. Los expertos sugieren que esto ocurre cuando el cerebro de un paciente moribundo lucha por detectar correctamente los niveles de dióxido de carbono en la sangre, lo que interrumpe el ritmo habitual de la respiración.

«Esta persona, como pueden ver, está completamente inconsciente. Esto no le está causando sufrimiento, no le está haciendo sentir que se está asfixiando. Lo sabemos porque el cuerpo muestra que está relajado. No actúa como si no pudiera respirar», dijo Julie.

2. El «estertor de muerte»

Otro síntoma común pero inquietante es lo que se conoce como estertor agónico, un ruido gorgoteante que puede sonar alarmante para quienes no están familiarizados con él.

McFadden explica que, a medida que el cuerpo se acerca al final de la vida, el cerebro deja de enviar señales para tragar saliva, lo que provoca una acumulación en la boca. Esto crea un sonido de traqueteo a medida que el aire se mueve a través de la garganta.

«La gente suele pensar que viene de los pulmones, pero en realidad es solo saliva que se acumula en la boca», dice.

Aunque el sonido puede ser inquietante, McFadden enfatiza que es completamente normal y no es doloroso ni angustiante para la persona moribunda.

El cuerpo sabe cómo morir

A pesar de lo inquietantes que puedan parecer estos signos, McFadden asegura a las familias que el cuerpo tiene un proceso natural para morir.

«El cuerpo está hecho para saber cómo morir», explica, y añade que si hay algún signo de malestar, los medicamentos pueden ayudar a mantener al paciente en paz.

Su mensaje es claro: la muerte no es algo que deba temerse. Al comprender el proceso, las familias pueden estar mejor preparadas y más tranquilas a la hora de dar el último adiós.

Shutterstock

Las investigaciones demuestran que inmediatamente después de la muerte, el cuerpo comienza a descomponerse. Los cambios en el metabolismo de una persona moribunda pueden provocar un olor característico en el aliento, la piel y los fluidos corporales, que a menudo se asemeja al olor del quitaesmalte.

Durante este proceso, se libera en el aire putrescina, un compuesto tóxico con un olor acre. A nivel subconsciente, los seres humanos pueden detectar este olor fétido, que se asocia con la descomposición. Cuando el cerebro reconoce este olor, desencadena una respuesta instintiva vinculada al reconocimiento de la muerte.

LEER MÁS:

¿Qué significa cuando en tu sueño aparece una persona que ha fallecido? Debería hacerte pensar…