Cheree Mc Ewen ha pasado los seis último años de su vida luchando contra el cáncer en estado 4. Ahora se encuentra además encerrada y enfrentándose también al coronavirus.
Según HeraldLife Cheree se mudó el año pasado de residencia para poder estar más cerca del hospital donde recibe tratamiento. Tuvo también que hacer crecer su negocio para poder pagar el tratamiento.
Esta madre de dos hijos viajó recientemente a Johannesburg, en Sudáfrica, para someterse a dos cirugías, en Mediclinic Morningside, y extirparle más de 20 tumores.
Lamentablemente, mientras estaba allí, el hospital tuvo un brote de COVID-19 y tuvo que cerrarse después de 88 personas dieran positivo en la prueba del coronavirus.
Los médicos decidieron hacerle la prueba a Cheree como medida de precaución, antes de ser dada de alta hace tres semanas. Sabían que había estado expuesta al virus y existía la posibilidad de que estuviese contagiada. El resultado fue negativo y pudo volver a su casa.
Cuando volvió a East London, en Sudáfrica, la salud de Cheree comenzó a deteriorarse. Ella lo achacó a los efectos de la cirugía, pero tras desarrollar una fuerte tos, le volvieron a hacer el test.
El domingo por la mañana los médicos le dijeron que había dado positivo, estaba contagiada de coronavirus.
Cheree está en estos momentos aislada en su casa y contó a DispatchLIVE que respirar le resulta difícil y doloroso. Aún así, se mantiene optimista.
«Voy a patearle el trasero al Covid-19, al igual que voy a patear el trasero de cáncer», dijo. «Porque soy madre, y eso es lo que hacemos. ¡No nos rendimos! Luchamos hasta nuestro último aliento. Tengo a mis hijo, mis preciosos niños, por los que vivir «.
¡Estamos contigo, Cheree! Rezamos para que salgas victoriosa de todas tus batallass ❤️
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