Las escalofriantes últimas palabras del torero antes de morir

El famoso torero español Iván Fandiño falleció trágicamente en 2017 tras ser corneado por un toro durante una corrida en una corrida de toros de Aire-sur-l’Adour, donde el experimentado torero de 36 años perdió el equilibrio tras enredarse en su capote.

Sigue leyendo para saber más sobre sus escalofriantes últimos momentos, que muchos aún recuerdan aún hoy.

Fandiño, padre de familia y natural del País Vasco, llevaba más de una década como torero profesional y era conocido por enfrentarse a toros considerados demasiado peligrosos por otros profesionales del deporte. El día de su muerte, ya había participado en una corrida anterior antes de volver a entrar en la plaza.

Durante la corrida, Fandiño tropezó con su capa y cayó al suelo, donde el toro lo embistió con sus cuernos. El animal, que pesaba casi media tonelada, lo corneó en el torso, perforándole varios órganos vitales, incluidos los pulmones.

A pesar de estar consciente cuando lo sacaron de la arena, Fandiño sangraba profusamente. Los testigos relataron más tarde sus últimas palabras: «Rápido, me estoy muriendo». Sufrió un ataque al corazón mortal de camino al hospital.

El matador español Iván Fandiño gesticula durante una corrida de toros en 2014, vía Getty Images

Su compañero matador Juan del Álamo, que acabó matando al toro, expresó su incredulidad ante el giro de los acontecimientos: «No puedo creerlo. Ninguno de nosotros entiende cómo ha podido pasar, todo ha sido muy rápido. El toro lo derribó con las patas traseras y cayó boca abajo».

Fandiño ya había sufrido graves lesiones en el pasado. En 2014, quedó inconsciente en la plaza de Bayona, en Francia, y en 2015, fue lanzado por los aires durante una corrida en Pamplona, España. Aun así, su muerte conmocionó al mundo de la tauromaquia, ya que era la primera vez que un matador fallecía en Francia en casi un siglo. El último fue Isidoro Mari Fernando, que murió en Béziers en 1921, según el periódico regional francés Sud-Ouest.

En España, tras la muerte de Fandiño se sucedieron los homenajes, entre ellos el del rey Felipe VI, que lo honró como «gran figura de la tauromaquia». El entonces presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, también le rindió homenaje.

La muerte de Fandiño se produjo menos de un año después de otra muerte muy sonada en los toros, la del torero español Víctor Barrio, que murió corneado durante un evento televisado, el primer matador que fallecía en España en tres décadas.

La tauromaquia sigue siendo una tradición muy controvertida. Aunque está prohibida en algunas regiones, sigue siendo una práctica habitual que muchos veneran y otros detestan. En cualquier caso, una muerte siempre es una tragedia.

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