Si eres como yo, tendrás un montón de malos hábitos de los que querrás deshacerte algún día. Puede que ni siquiera sean tan extremos -quién no tiene algo que le gustaría cambiar si tuviera la oportunidad-, pero la cuestión es que existen, y eso es perfectamente normal.
Para algunas personas puede ser una adicción lo que se interponga en su camino para eliminar esa cosa no deseada de sus vidas, como fumar, beber, apostar, comer demasiada comida rápida… ese tipo de cosas. Otros hábitos, sin embargo, tienen sus raíces en el comportamiento habitual. Es decir, no hay nada que te impida cambiarlos, aparte de la pereza o el despiste.
Te pondré un ejemplo: yo no podía quitarme la costumbre de dejar el cargador del móvil en el enchufe de la pared aunque no lo usara, es decir, aunque no tuviera el móvil cargando. Ya sé lo que estás pensando: ¿tan difícil puede ser quitar un cargador de la pared cuando el móvil ha terminado de cargarse? Y, sinceramente, la única respuesta es que no es nada difícil.
Aun así, he perdido la cuenta de las veces que mi pareja ha intentado recordarme que retire el cargador de una toma de corriente. Hasta hace poco, no pensaba mucho en ello (obviamente… ahí radica mi problema). Después de todo, ¿qué daño podría hacer tener el cargador en la toma de corriente esperando a ser utilizado? Ninguno, ¿verdad?
En realidad, eso podría no ser técnicamente cierto. Me di cuenta de esto cuando me topé con una publicación en las redes sociales que describía los posibles peligros de dejar cargadores conectados a una toma de corriente cuando en realidad no están cargando nada.
Tres buenas razones para no dejar el cargador enchufado
Basta con decir que cambié de costumbre con bastante rapidez. No solo mi pareja está satisfecha, sino que yo dejé mi «hábito» por miedo a lo que podría pasar si no lo hacía. ¿Qué puede ocurrir? Bueno, incluso en modo de espera, un componente del cargador seguirá consumiendo energía. Claro, el consumo de energía es bajo, pero sigue existiendo, lo que significa que está utilizando electricidad incluso cuando no está cargando nada.
Además, dejar los cargadores constantemente enchufados a una toma de corriente puede acelerar el desgaste de sus componentes internos. Los cambios bruscos de voltaje pueden provocar un sobre calentamiento extremo, lo que puede hacer que el cargador eche humo y, en el peor de los casos, incluso provocar un incendio. Y eso por no hablar de lo que puede ocurrir si la punta del cargador entra en contacto con agua o algo metálico (provocando así un circuito completo).
No solo eso, sino que si tu casa es como la mía, lo más normal es que haya niños o animales merodeando por ella. Aparte del riesgo de que dañen el cargador si lo arrancan de la pared, también existe la posibilidad de que lo vean como una especie de juguete, aumentando así la posibilidad de que ellos (los niños, quiero decir) sientan más curiosidad por jugar con la propia toma de corriente.
Ahora bien… queremos dejar claro que la mayor parte de la información existente apunta a que existe un riesgo extremadamente pequeño de que su cargador enchufado provoque un incendio doméstico. De hecho, los modernos controles y normas de seguridad indican que debería ser seguro dejar el cargador enchufado, aunque eso no tiene en cuenta los problemas mencionados anteriormente, que también conviene evitar.
¿Sueles dejar el cargador enchufado a la pared aunque no lo estés utilizando? ¿Vas a dejar de hacerlo a partir de ahora? ¡Háznoslo saber en los comentarios y comparte esta útil información!