Aaron, de 19 años y Jamal, de 17, se preparaban para hacer un adelantamiento en una carretera de Texas, en Estados Unidos.
Cuando llegaron a la altura del otro automóvil vieron a una mujer sentada en el asiento de atrás, y en el movimiento de sus labios leyeron "ayúdame". Entonces los dos adolescentes preocupados decidieron intervenir.
Aaron y Jamal entendieron directamente que algo iba mal cuando miraron a la chica que iba en el otro vehículo.
Parecía que intentase decir algo que el hombre con el que viajaba en el automóvil no debía escuchar, y los chicos tuvieron el presentimiento de que podría tratarse de un secuestro.
Aaron y Jamal llamaron inmediatamente a la policía, le contaron lo que pensaban que podía pasar y dónde estaban.
Al mismo tiempo decidieron seguir al coche para no perder de vista a la mujer.
Mientras esperaban a la policía llamaron a la central de alarmas.
”Dios míos, espero que el coche que va detrás de nosotros sea un agente de policía.
No, no lo es.
Os, Dios mío”, dice el adolescente por teléfono.
Unos minutos después llegó la policía. Detuvieron al vehículo sospechoso, y exactamente como los adolescentes temían, una mujer de 25 años había sido secuestrada, el hombre que conducía la había forzado a entrar en el vehículo cuando la chica volvía de una fiesta.
”Gracias, Dios mío, los policías sois fantásticos! Oh, Dios, Dios mío”, repetía uno de los chicos.
La policía detuvo al hombre, quien después fue llevado a la cárcel, y la mujer pudo ser liberada. Todo gracias a la decisiva y rápida interveción de Aaron y Jamal.
Aquí se puede escuchar la llamada a la policía (inglés):
Qué fantásticos chicos que gracias a su instinto salvaron a una mujer de un horrible crimen.
Comparte para que estos chicos tengan el reconocimiento que se merecen.