Tom Selleck has it all. He’s a household name, he’s adored by people everywhere, and he’s risen to the very top of his profession whilst still maintaining genuine ‘good-guy’ status.
And yet, underneath all the glitz and the glam, all the fame and the influence, there exists a humble man who attributes his success to his faith and life of service to the Lord above.
Tom Selleck lo tiene todo. Es un nombre familiar, es adorado por personas de todo el mundo, y ha llegado a la cima de su profesión mientras mantiene el verdadero estatus de «buen tipo».
Y sin embargo, debajo de todo el brillo y el glamour, toda la fama y la influencia, existe un hombre humilde que atribuye su éxito sobre todo a su fe y vida de servicio al Señor.
Selleck era un entusiasta jugador de baloncesto cuando terminó la escuela secundaria y también jugó en la Universidad del Sur de California. Sin embargo, fue durante su último año cuando la interpretación se apoderó de su vida y finalmente abandonó la universidad para concentrarse mejor en su nueva pasión. Cuando consiguió un contrato con Twentieth Century Fox, poco sabía él que su vida estaba a punto de cambiar.
Sin embargo, el mundo y sus formas conspiraron para mantenerlo ocupado en otros objetivos. Selleck fue reclutado por el Ejército de los Estados Unidos en 1967 y sirvió hasta 1973 en la Guardia Nacional de California.
Al regresar a Hollywood, su determinación fue puesta a prueba. Selleck había sido despedido y, en muchos sentidos, se había retrasado con respecto a sus fines y objetivos finales.
Por supuesto, Tom Selleck es Tom Selleck, y no estaba dispuesto a dejar que algo así se interpusiera en su camino. Luchó contra todos los obstáculos y su carrera, poco después, despegó a lo grande. Tom Selleck supo aprovechar su buena fortuna.
«El corazón de un hombre planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos», dijo Selleck. «Sé humilde ante la poderosa mano de Dios, ya que él os levantará a su debido tiempo».
«Me esforzé mucho por comportarme de manera ética, porque eso es importante para mi estabilidad ahora», dijo, según New York Daily News.
«Vivimos en una cultura tan centrada en el individuo. La cultura básicamente dice que nada es más importante que la manera en que deseas las cosas.
«Vivimos en una época que celebra los impulsos incontrolados. Trabajo con niños excepcionales, niños de pandillas, niños marginales, niños ricos y todos tienen un asombroso sentido de la posesión. No celebran ganándose el privilegio de conducir a los 16 años». Esperan un automóvil. Hay una gran diferencia.»
¡Lo sabemos, el mundo necesita más celebridades como Tom Selleck!
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