He leído muchas historias sobre madres jóvenes a lo largo de los años, pero historias como esta demuestran que el cuerpo humano aún contiene muchos misterios y nunca dejará de sorprendernos.
Puede ser difícil hablar sobre el embarazo adolescente, pero el embarazo infantil es un asunto mucho más complejo. En la mayoría de los casos, implica la explotación sexual de menores y de una madre que no está preparada para ser madre.
Por eso es difícil imaginar cómo fue la vida de Lina Medina, la madre confirmada más joven de la historia. Tenía solo cinco años, siete meses y 21 días cuando dio a luz a su hijo. El hombre que violó a la niña nunca fue castigado.
Lina Medina nació en 1933 en la ciudad pobre y remota de Ticrapo, Perú. Vivía en un espacio reducido con sus padres y ocho hermanos. Cuando Lina tenía cuatro años, su padre notó algo extraño: el estómago de su hija comenzó a hincharse como un globo.
Después de un tiempo, el gran estómago de Lina era el tema de conversación de la ciudad y varias personas creían que tenía un “demonio” dentro de ella. Su padre incluso contactó a curanderos y chamanes para ver qué podían hacer para eliminarlo.
Nada funcionó y la familia de Lina comenzó a sospechar que tenía un tumor. Finalmente, caminaron hasta la ciudad de Pisco y llevaron a la pequeña al hospital de la ciudad.
Allí conocieron a Gerardo Lozado, un médico que, al igual que los padres de Lina, sospechó en un principio que la niña tenía un tumor. Pero pronto descubrió que estaba equivocado y se reveló la impactante verdad. Lina estaba embarazada de siete meses. El médico no podía creer lo que veía. Llamó a destacados especialistas de la capital, Lima. Pero ellos solo confirmaron lo que Lozado había descubierto.
El 14 de mayo de 1939, cuando Lina tenía cinco años, dio a luz a un niño sano por cesárea. Pesó 2,7 kg y midió 48 cm. Lo llamaron Gerardo en homenaje al médico que atendió a Lina, según el New York Post.
El embarazo de Lina se convirtió en noticia de primera plana en todo el mundo y apareció en todos los medios, desde el New York Times en Estados Unidos hasta el Daily Telegraph en Inglaterra. Apareció junto a titulares sobre los combates de la Segunda Guerra Mundial.
Lina recibió muchas ofertas para viajar con su hijo a Estados Unidos para someterse a pruebas médicas, pero los padres de Lina se negaron y el entonces presidente de Perú, Óscar Benavides, promulgó una ley para protegerlos de ser utilizados con fines lucrativos y también les prometió una beca que los cuidaría de por vida. Sin embargo, por desgracia, Lina nunca vio un centavo.
Nacimiento milagroso
Nadie podía creer que una muchacha tan joven pudiera quedar embarazada y tener un parto exitoso. En su pueblo natal, Lina era considerada una “virgen María”. Algunos aldeanos especulaban que su bebé era hijo del dios del sol.
Pero las autoridades sospecharon que había sido violada por su padre. La policía se lo llevó para interrogarlo y lo mantuvo en prisión durante un par de días. Pero no tenían ninguna prueba contra él y lo liberaron. Después, las sospechas se dirigieron hacia uno de sus hermanos, que sufría problemas mentales.
Otra línea de investigación llevó a la policía al jardinero de la familia. Desapareció sin dejar rastro cuando se confirmó que Lina estaba embarazada. Pero la identidad del padre del niño sigue siendo un misterio hoy, unos 78 años después. Lina nunca ha querido hablar de ello, a pesar de las insistentes peticiones de la prensa.
Varios años después del milagroso nacimiento, los médicos peruanos descubrieron que sufría un trastorno hormonal extremadamente raro de la glándula pituitaria. Según el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos, Lina tuvo su primer período cuando tenía unos ocho meses y, a los cuatro años, ya estaba en la pubertad. Cuando dio a luz, Lina tenía el cuerpo de una mujer adulta completamente desarrollada. Estableció un récord mundial que solo ha sido igualado por un caso similar en Rusia.
Obviamente, Lina no podía hacerse cargo de su hijo, y Gerardo quedó al cuidado de sus abuelos. Durante mucho tiempo, el niño pensó que Lina, que jugaba con los mismos juguetes, era su hermana. Cuando tenía 10 años, Gerardo se enteró de la verdad sobre quién era su madre.
La vida no fue fácil para la jovencísima madre. Pero, afortunadamente, tuvo un ángel guardián: el médico que asistió al nacimiento de su bebé, quien más tarde, contrató a Lina como secretaria en su clínica. En la imagen de abajo, se puede ver a Lina ya adulta con su hijo.
Lina tardó bastante en ser madre de nuevo. A los 30 años se casó con un hombre llamado Ricardo Jurado y tuvo su segundo hijo a los 38. El hijo de Lina, Gerardo, murió a los 40 años a causa de una enfermedad de la médula ósea.
Lina y Ricardo se mudaron a México y vivieron allí durante varios años antes de regresar a Perú y establecerse en una zona pobre y peligrosa de Lima llamada “Little Chicago”. La pareja construyó una casa allí, pero el gobierno la derribó en los años 80 para construir una autopista.
Finalmente, parecía que la buena suerte había estado de parte de Lina. En 2002, un ginecólogo llamado José Sandoval se interesó en el caso de Lina. Pidió al gobierno que le diera la subvención que le habían prometido cuando era pequeña. Y Lina finalmente obtuvo el dinero.
El marido de Lina explicó a los medios que la persecución constante de los periodistas a lo largo de los años convirtió a su esposa en una persona introvertida.
La mujer, que tiene ahora 91 años, nunca ha dejado de ser acosada por la prensa, que se ha obsesionado por revelar hasta el más mínimo detalle de su historia. Pero Lina siempre ha guardado silencio y ha rechazado todas las solicitudes de entrevista que ha recibido, pero en el vídeo de abajo podemos ver imágenes de su vida y cómo es ahora.
No puedo imaginarme lo difícil que debe haber sido para esta niña dar a luz y convertirse en madre a esa edad, y acaparar por ello la atención del mundo entero. Por favor, comparte esta historia si te conmovió tanto como a mí.
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