En los años 90, era el galán más codiciado de la serie «Beverly Hills 90210». Pero el mundo perdió demasiado pronto a un actor de gran talento cuando Luke Perry falleció a los 52 años.
Al final, su familia tuvo que tomar la terrible decisión que puso fin a la vida de la estrella conocida como el James Dean de los años 90.
Los que tenemos unos cuantos años hemos vivido la edad de oro de las telenovelas románticas, con amor, drama e intrigas, como Sensación de vivir, Beverly Hills 90210. En la serie seguíamos las vivencias de un grupo de jóvenes en la ciudad de sus sueños, Los Ángeles.
Fue en esta serie donde varios actores tuvieron su gran salto a la fama: Shannon Dohery, Jason Priestley, Jennie Garth y, por supuesto, el guapo Luke Perry. Él interpretaba el papel de Dylan, un auténtico chico malo. Primero sale con Brenda y luego con Kelly. Pero es Antonia quien le roba el corazón en la serie, cuando Dylan se casa y finalmente abandona la serie en circunstancias dramáticas. El papel de Dylan también fue el que Luke asoció para siempre a su nombre y el que le dio fama en todo el mundo.
Tras el final de esta serie de culto, Luke continuó su carrera. Entre otras cosas, participó en las películas «Buffy, la cazavampiros» y «El quinto elemento». Además, en los últimos años de su vida, la estrella tuvo un papel en la serie dramática «Riverdale».
Vida amorosa, esposa e hijos de Luke Perry
En cuanto a su vida amorosa, Luke Perry se casó una vez. En 1993 sonaron campanas de boda cuando le dio el «sí, quiero» a Rachel «Minnie» Sharp. Estuvieron casados diez años y, a lo largo de su matrimonio, el actor se mostró muy reservado sobre los detalles de su vida privada. Incluso corrieron rumores de que se habían conocido porque Rachel era una gran fan de «Beverly Hills». Según Entertainment Now, era tan fan que le envió ropa interior a Luke, lo que despertó su interés.
Luke, por su parte, se limitó a hacer unas breves declaraciones en las que negaba que hubiera sido así. Se habían conocido en un restaurante y «así de sencillo», según sus propias palabras. Independientemente de cómo se conocieran, su matrimonio les dio dos hijos: Jack y Sophie.
Tras el divorcio, Luke siguió adelante con su vida. Años más tarde, se comprometió con Wendy Madison Bauer. Sin embargo, la principal prioridad del actor en la vida era solo una cosa: sus hijos.
«En cuanto se convirtió en padre, eso fue lo primero. No le importaba ser famoso ni un «celebrity». «Sabía lo que era importante», declaró una fuente a People.
Luke estaba muy unido a ellos y, en una entrevista con Us Weekly en 2017, le preguntaron si creía que su hija Sophie debería salir con el mismo tipo de hombre que su personaje Dylan.
«Es sin duda un hombre con carácter, así que podría encontrar a alguien peor. Pero no sería mi primera opción para ella, no».
Sufrió un derrame cerebral en su casa
Pero demasiado pronto perderían a Luke. Cuando, muchos años después, «Beverly Hills 90210» iba a volver, se anunció que Luke regresaría junto con varios miembros del reparto original. Pero nunca llegó a producirse el gran reencuentro.
El mismo día en que se supo que la serie de culto iba a resurgir, Luke Perry luchaba por su vida. El actor había firmado un contrato para hacer una aparición especial, según informó TMZ. Pero nunca tuvo la oportunidad de volver a ver a su antiguo equipo. Poco antes de que se anunciara la noticia, el actor fue trasladado de urgencia al hospital, tras sufrir un derrame cerebral masivo en su casa, el 27 de febrero de 2019.
En un intento por salvarle la vida, Luke Perry fue sedado con la esperanza de que su cerebro tuviera la oportunidad de recuperarse. Su hija Sophie, que se encontraba en África realizando un trabajo benéfico, tomó un vuelo de 20 horas para poder estar al lado de su padre. Esperaba poder estar a su lado cuando abriera los ojos. Pero el destino tenía otros planes.
La familia tuvo que desconectarlo
Rodeado de sus seres más queridos, Luke Perry fue declarado en muerte cerebral. Los médicos explicaron posteriormente que, al desconectar el respirador, la familia solo hizo lo inevitable.
«Aunque no conozco los detalles del caso de Luke Perry, estoy seguro de que le hicieron electroencefalogramas y determinaron que era cerebro muerto, lo que llevó a la familia a desconectarlo. Luke ya estaba en el cielo cuando tomaron esa decisión. No es que le desconectaran, no había ninguna posibilidad de que volviera a ser la persona que era», declaró el médico Mehmet Oz a Inside Edition.
Luke Perry falleció a los 52 años. El mundo entero quedó conmocionado por la noticia de su muerte y las condolencias llegaron tanto de fieles seguidores como de amigos que habían trabajado con la estrella.
El enorme dolor de sus compañeros
El actor sueco Alexander Karim, que trabajó con Luke en la película Äntligen midsommar, describió a la estrella como un profesional y «una buena persona». «Es muy triste. Era realmente una persona muy buena».
«No tengo nada malo que decir de él. Era fantástico. Era un actor fantástico, era fantástico trabajar con él, un compañero fantástico y un amigo fantástico en el rodaje», declaró entonces a Expressen.
Y a pesar de sus muchos éxitos, Perry no era en absoluto un divo. Alexander describió cómo Perry siempre se tomaba tiempo para sus fans y su entorno.
«Era el tipo de persona que marcaba el tono del ambiente en el rodaje. Si hubiera sido un divo o hubiera sido desagradable, habría afectado a todo el rodaje. Creo que se puede hablar con cualquiera que estuviera allí y te dirá que fue una de las cosas más divertidas que hemos hecho nunca y que, en gran parte, fue gracias a él».
No tenía aires de estrella, contaba, y continuaba: «Podía llegar al rodaje y ponerse a tallar un palo, y una mañana llegó y se puso a coser mocasines. No tenía nada que ver con esas actitudes de estrella».
Tenía una caravana porque el contrato estipulaba que los actores estadounidenses debían tenerla, pero nunca se metía en ella, sino que decía: «Si queréis sentaros en mi caravana, sentaos ahí, yo prefiero sentarme con vosotros».
Shannen Doherty, que había interpretado a uno de sus intereses amorosos en «Beverly Hills», estaba consternada. El dolor fue inmenso.
«Estoy luchando con esta pérdida y me cuesta mucho lidiar con mis pensamientos. Pero mis pensamientos están con su familia y amigos, que fueron bendecidos por su luz en sus vidas (y en la mía). Asimilar esto es imposible en este momento».
El legado de Luke Perry
Y, por supuesto, había un sueño especial que se hizo añicos.
Luke Perry y su amada Wendy nunca tuvieron la oportunidad de casarse. Una semana después de su muerte, ella habló abiertamente sobre el enorme amor que sentía por su prometido y el dolor por el futuro que habían perdido juntos. «Los últimos once años y medio con Luke han sido los más felices de mi vida y estoy agradecida por haber podido compartir ese tiempo con él».
También quiero dar las gracias a sus hijos, a su familia y a sus amigos por todo su apoyo y cariño. Nos hemos apoyado mutuamente sabiendo que todas nuestras vidas se vieron tan afectadas por este hombre increíble», declaró entonces a People.
La pena afectó mucho a la familia. Poco después de la muerte de Luke, su hijo Jack le rindió homenaje con un mensaje en las redes sociales. «Mi padre era mucho para muchos. Para mí siempre fue mi padre. Me mostró amor, me apoyó en todo y me inspiró a ser la mejor persona que podía ser», escribió entonces.
«He aprendido tanto de ti. Mi corazón llora cada vez que pienso en todo lo que no podrás vivir. Te echo de menos cada día que estoy aquí en la Tierra. Haré todo lo que esté en mi mano para mantener tu legado y hacerte sentir orgulloso. Te quiero, papá», escribió su hijo.
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