Uno se da cuenta cuándo las mascotas llevan mucho rato sin aparecer, porque uno se acostumbra a tenerlos cerquita pululando o pidiendo caricias.
Una mujer se dio cuenta, cuando estaba en su casa, que hacía rato que no veía a Raven, el perro de la familia.
Empezó a buscarlo por todas partes sin encontrarlo, pero finalmente dio con él en el lugar más insólito.
La mujer encontró a Raven en la cuna de su hija. Allí estaba plácidamente tumbado bajo la manta, compartiéndola con la pequeña.
Desde luego la niña, que se llama Addison y es la más pequeña de la familia, estaba muy bien protegida por este perrito.
Es una de las escenas más lindas que he visto.
¡No es tierno! ¡Por favor, compártelo para demostrar el amor y el fuerte vínculo que se genera con estos maravillosos animales!
