Danny Wakefield, de Seattle, EEUU, salió de casa hace unos días sin tenía idea de cómo un pequeño gesto de amabilidad podría cambiar la vida de una persona desconocida y también la suya.
La noche anterior, Danny había tenido una cita muy agradable y había decidido dejar un girasol en el auto de la mujer, pero cuando estaba a punto de dejar la flor se puso nervioso, sólo habían tenido una cita y pensó que quizás era demasiado pronto hacer algo así. Decidió entonces llevar la flor en su camino al trabajo, pero fue primero a una cafetería local donde suele comprar el café de la mañana. En la cafetería había una mujer sola que estaba llorando.
A Danny le dio una sensación especial, él mismo la describe como si la flor tuviera un imán que quería llegar a la mujer, él sintió que ella necesitaba ese girasol y pensó que un gesto de amabilidad a lo mejor podría alegrar su día.
Pero para esta mujer significó mucho más que eso.
”Ayer por la noche compré un girasol para colocar en el parabrisas del auto de una mujer que me encanta, pero después de pensarlo dos veces decidí no hacerlo porque sólo habíamos tenido una cita, así que me llevé el girasol, pensé que podría dárselo a algún desconocido, como un gesto bonito, pero aún no tengo palabras para describir lo que realmente pasó.”
”Mientras compraba mi café de la mañana en la cafetería local (normalmente llevo el café conmigo) vi a una mujer que estaba leyendo algo en silencio con lágrimas corriendo por sus mejillas, sentí como si el girasol tuviera un imán con una fuerte atracción hacia ella, y así supe que el girasol estaba destinado a ella.
Me acerqué a su mesa y le dije: ’Hola, disculpa, tengo este girasol que esperaba poder dar a alguien especial y simplemente no resultó con la persona que había pensado, pero siento que también eres una persona especial así que quiero que tú lo tengas’.
Antes de ni siquiera habérselo dado, esta desconocida se levantó y se tiró para abrazarme con las lágrimas corriendo por sus mejillas y una sonrisa como si yo fuera una persona que alguna vez había amado y perdido, pero fueron las palabras que luego me lo dijo que aún me cuesta comprender.”
”Estaba llorando porque su novio había muerto una semana antes y en unos pocos meses se iban a casar, en su primera cita, él le había llevado un girasol, y desde aquel día le seguía regalando girasoles porque ella era la luz de su vida.
Hoy, a través de mí, su novio había demostrado que ella siempre sería la luz de su vida y que los humanos tenemos la posibilidad de brindar cariño y amor más allá de la fuerza de las palabras.”
”Estoy conmovido, nunca sabes cómo un simple gesto en forma de una flor puede cambiar la vida de alguien, y hasta la mía, la vida se trata de dar y ayudar a otros, os doy un reto. ¡Encuentra una manera de alegrar el día de otra persona y da un poco de amor! Nunca sabes en qué pueda resultar.
¡Comparte mi historia y da un poco de amor, hoy mismo!”
Desde que Danny publicó su historia por Facebook, más de 178 000 personas le han puesto “me gusta” y casi 80 000 han compartido su mensaje de amor. ¡Hazlo tú también si te conmueve su historia!
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