Cada día mujeres por todo el mundo son víctimas de violencia.
La mayoría de las veces que una mujer muere a causa de violencia un familiar o conocido es el agresor.
Esto fue lo que le pasó a Carleigh Hager, de 25 años, de Indianápolis, Estados Unidos.
Ella nunca había pensado que tenía que temer por su vida.
Pero la noche del 22 de octubre 2016 ella estaba regresando a casa de un matrimonio. Iba junta con su novio Ryan Cameron y otros tres invitados.
Pero lo que comenzó como una noche perfecta, terminó en un desastre.
Advertencia: Este artículo contiene fotos fuertes.
Al principio todo estaba bien y todos estaban contentos después de la boda.
Pero el novio también estaba muy borracho y se fue volviendo agresivo (en el 45 por ciento de los casos donde una mujer ha sido abusada, el agresor ha estado afectado por alcohol o drogas).
Él empezó a insultar a Carleigh frente a sus amigos y propuso que violaran a Carleigh.
Carleigh estaba triste y tenía miedo. Dejó a los hombres y se fue a la cama.
Ella esperaba que la situación se calmara cuando ella se fuera – pero después de un momento el novio entró a su cuarto.
Le empezó a pegar, brutalmente.
Los amigos del novio trataron de intervenir y parar el abuso. Pero Ryan sacó a los chicos de la casa y cerró la puerta.
Afortunadamente los chicos llamaron a la policía…
Pero antes de que la policía llegara el novio siguió pegándole a Carleigh. La tiró al piso y la empezó a morder.
Carleigh estaba desesperada y trataba de huir, pero Ryan la tenía muy duro.
Probablemente la policía llegó justamente a tiempo antes de que Ryan matara a su novia.
La encontraron llena de sangre, estaba en shock. La llevaron al hospital inmediatamente.
Ella tenía 20 heridas graves en el cuerpo y en la cara. Ryan también había tratado de sacar su lengua.
Afortunadamente los médicos puediron salvar a la joven mujer. Pero se tardó 3 semanas en poder comer comida otra vez.
¿Las heridas psicológicas? Tomarían aún más tiempo para sanar.
Carleigh luego confesó que había vivido con mucho miedo de su novio durante mucho tiempo.
Pero en redes sociales siempre había escrito que estaban felices. Nadie sabía lo mala que era la relación entre los dos.
Ahora Carleigh quiere advertirle a otras chicas a no cometer el mismo error.
«Le tienes que contar a alguien. No te debe dar vergüenza. Le tienes que contar a alguien, mírame, yo casi morí. Esto puede pasar», cuenta Carleigh.
Ryan, que admitió el abuso, ahora está en la cárcel, esperando su sentencia.
Carleigh y su familia esperan que la corte sea justa y lo conden a mucho tiempo en la cárcel.
Mientras tanto han empezado una página de colección, con la esperanza de reunir dinero para la cirugía plástica de Carleigh.
La madre de Carleighs cuenta que nunca sospechó nada – algo que también muestra lo difícil que puede ser detectar la violencia domestica.
La madre ahora espera que las cicatrices de la hija no definan a su hija en el futuro.
«Ella es una persona tan linda, por fuera y por dentro. Su belleza y fuerza está por dentro y las cicatrices van a sanar. Con el tiempo su corazón va volver a estar entero otra vez», dice la madre Amy Ballard.
Muchas gracias a los amigos que llamaron a la policía – sin ellos Carleigh tal vez no hubiera sobrevivido.
Desafortunadamente hay muchas otras mujeres que no tienen la misma suerte y no sobreviven la violencia de los hombres.
Ojalá que la historia de Carleighs pueda inspirar a otras personas que no han logrado salir de sus relaciones destructivas a pedir ayuda a tiempo.
