Esta pareja perdió a sus tres hijos en un accidente de tráfico. A los 6 meses un milagro les devuelve la fuerza para vivir.

En mayo de 2007, Lori Coble, sus tres hijos y su madre, viajaban juntos en su auto. Lori se metió en la salida de una autopista y se detuvo en un atasco poco antes de entrar en una via principal. A los pocos minutos un camión los embistió brutalmente.

Lo siguiente que recuerda esta madre es despertar y escuchar cómo su marido, Chris, arrojaba la amarga noticia: sus dos hijas Emma, de 4 años, y Katie, de 2 fallecieron en el accidente y Kyle, el mayor de 5 años, estaba estaba clínicamente muerto y debía ser desconectado. Su madre, Cindy, había sobrevivido.

El desgarro emocional de esta tragedia es inimaginable. Aun así esta historia demuestra que la vida a veces trae consigo sorpresas que uno no sabe si llamarlas casualidades o el producto de un poder superior; un milagro.

 

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Tras el accidente Lori y Chris quedaron absolutamente devastados. La casa que había estado rebosante de ruido y risas infantiles ahora se veía vacía y desolada.

Los dos llegaron al pacto de no quitarse la vida para no dejar solo al otro. Admiten que en algún momento la idea de suicidarse era atractiva porque suponía terminar con semejante sufrimiento y ver de nuevo a sus hijos en el más allá.

Cindy, la madre de Lori, y el resto de la familia también sufrieron terriblemente en el proceso de luto, temiendo que ambos decidieran cometer una locura.

Meses después, la pareja decidió tener más descendencia. Se sentían como padres sin hijos; habían pasado los cinco últimos años dedicados a la crianza de sus pequeños y no querían sustituirlos, sino continuar gozando de esa vida en familia que tanto amaban.

Por cuestiones de edad acudieron a la fertilización in vitro. Seleccioron 10 óvulos, tres de los cuales fueron fecundados exitosamente. En un principio habían pactado seguir adelante sólo con dos, pero cuando les dijeron que se trataba de dos niñas y un niño pensaron que era una señal divina.

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Casi exactamente un año después de la muerte de sus hijos Lori y Chris tuvieron a tres preciosos bebés: Ashley, Ellie y Jake, quienes en mayo de 2016 celebraron su octavo cumpleaños.

Los niños saben muy bien que tienen tres hermanos mayores en el cielo e incluso acuden al cementerio con sus padres para recordarles y celebran picnics juntos.

Muchos consideran que es un auténtico milagro que después de la gran tragedia vivida estos padres hayan podido seguir adelante de esta forma.

Por su parte, el conductor del camión, Jorge Miguel Romero, fue condenado a un año de prisión por homicidio. Pero Lori y Chris le perdonaron, de hecho ni siquiera le consideran responsible.

Según explicó Chris a CNN, “Romero en realidad es un hombre de buen corazón. Cuando cuentas la historia quieres culpar a alguien directamente, pero hay alguien tras las ruedas, y aunque tiene algo de culpa en la tragedia él se siente absolutamente horrible”.

Lori cree que el accidente fue causado por problemas en la vía. La mujer afirma que quedó atascada en el tráfico en el lugar equivocado, justo donde los vehículos que salían de la autopista no podían verla. Chris por su parte dice que el choque tuvo lugar en un punto donde se han dado problemas desde hace una década.

Por este motivo, denunciaron al Departamento de Transportes de California, alegando que era una salida de autopista muy peligrosa. Desafortunadamente perdieron el caso y el juez les condenó a pagar unos US$291.000 en costas legales.

Estos padres no se rinden y aseguran que seguirán luchando para que se arregle la vía y ninguna familia tenga que pasar por lo que tuvieron que enfrentar ellos.

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¡Ojalá tengan éxito en su petición! Nada se puede hacer para que recuperen a su hijos pero al menos hay que poner fin a riesgos innecesarios con el potencial de destrozar a una familia para siempre. Comparte esto si estás de acuerdo.