Los que crean que la poesía ha muerto se equivocan, mientras exista el amor, mientras fluyan los sentimientos, mientras la humanidad siga conmoviéndose con los primeros rayos del amanecer o con la impermanencia de la vida, la poesía seguirá existiendo.
Nadie puede parar ese río de palabras que fluye combinándose en un paisaje perfecto en la cabeza del poeta y que, cuando es buena, llega directamente al corazón.
Y si hay un impedimento no se preocupen, para eso está «Poesía de emergencia», una iniciativa para que todo aquel que desee escuchar una poesía tan sólo tiene que llamar a un número de teléfono.
Un grupo de activistas culturales en Barcelona ha creado «Poesía de emergencia», un servicio gratuito para que todo aquel que quiera escuchar poesía pueda hacerlo tan sólo marcando un número: 0034 (659861032).
El número fue puesto en marcha el día del libro del 2018 y desde entonces sigue ofreciendo socorro poético a quien lo necesite.
Según informó el diario El País, al principio los voluntarios de la línea tan sólo recibían unas tres llamadas a la semana, ahora ya superan las cien.
Cerca de cien voluntarios se han encargado de esta especie de teléfono de la esperanza poético desde que fue puesto en marcha hace un año y medio.
«Lo que queremos es hacer más soportable la espera a alguien que está en la cola en una oficina de Hacienda, o en la cola de los lavabos del Primavera Soun. Que el poema sea una especie de paréntesis», dijo Edu Bernal, uno de los hombres detrás de la idea, al diario El País.
Bernal es junto a Fede Nieto el creador de esta iniciativa que surgió de la dificultad que entrañaba atraer público a recitales literarios.
Por el momento, tienen cuatro teléfonos activados, analógicos y prepago, y vinculados al mismo número para que los voluntarios puedan atender las llamadas de aquellos necesitados de poesía.
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