A los 17 años Barbara Luna Sipos comenzó su sueño de convertirse en una Barbie real y tuvo su primer procedimiento cosmético.
Ahora, a los 22 años, se ha gastado más de 100.000 $ en la apariencia de sus sueños, que ha incluido 10 cirugías.
Pero la modelo húngara dice que no puede trabajar en un trabajo regular porque es difícil para los hombres estar cerca de una «chica sexy».
Comenzando con su primer aumento de senos cuando era adolescente, pasó de una talla 34B a 34F gracias a su ex-esposo, a quien conoció en 2016 y pagó por «casi todas» sus cirugías, según UNILAD.
Barbara ha tenido una reducción de mentón y mandíbula, cirugía de frente de Barbie, un estiramiento de cejas y labios, un levantamiento brasileño del trasero y tratamientos de relleno de labios.
Y aunque está mucho más feliz con su apariencia ahora, ha tenido que darle la espalda a «trabajos regulares» ya que los hombres son demasiado «sexuales» con ella.
Barbara, que ahora trabaja como modelo web, dijo que se vio obligada a renunciar a su antiguo trabajo porque su carisma enloquecía a los hombres.
“Es porque todavía vivimos en una sociedad patriarcal, nos guste o no. Estoy totalmente a favor del feminismo, pero las chicas muy femeninas como yo no deberían tener nada que ver con hombres en el trabajo. Los hombres son impulsados por su sexualidad y es difícil para ellos estar cerca de una chica sexy”, dijo.
Desde que se divorció de su esposo en 2019, ha trabajado como modelo de ropa interior porque dice que tiene «ansiedad social por [sus] traumas pasados de lidiar con la ‘vida normal’ «del trabajo.»
Barbara tiene más de 12.000 seguidores en su página de Instagram, donde dice que es más que solo su apariencia.
«El aspecto de muñeca de plástico bimbo no significa que seamos menos inteligentes y quiero mostrarle al mundo que no soy ingenua o tonta», dijo.
Ahora, Barbara espera encontrar a un nuevo marido, pero no cree que sea un problema.
“A los hombres les encanta mi look. Algunos hombres de mente cerrada que no son seguros de sí mismos no quieren salir conmigo, lo cual está bien”, dijo, según UNILAD.
«Me gustan las personas de mente abierta y me gusta impresionarlos y mostrarles que no soy solo una tonta sin cerebro, per es difícil para mí hacer que la gente me tome en serio.»
Barbara ahora planea someterse a una tercera rinoplastia, junto con una cirugía de extracción de costillas e inyecciones en el trasero.
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