El mundo es un sitio aterrador.
Uno simplemente no sabe donde un monstruo se está escondiendo, y uno realmente tampoco sabe de los actos depravados que la gente es capaz de cometer. Como Mitch Ross trabaja como policía en Ohio, Estados Unidos, él sabe muy bien que todas las personas desafortunadamente no son honestas.
Sin embargo, cuando el policía hacía todo lo posible para mantener las autopistas seguras, por ejemplo parando a los que manejan muy rápido, nunca se imaginó que que iba a llegar a salvar a una persona víctima de tráfico de personas.
Mitch Ross pensó que era un día de trabajo cualquiera cuando paró a un conductor en Lucas County, Ohio. Él había pensado emitir al conductor masculino una cita de «no moverse», pero luego se dio cuenta de que el hombre no estaba solo.
También había una niña joven en en vehículo, y ninguno de los dos tenía identificación o hablaba inglés.
Ross empezó a sospechar que algo iba mal. Él contactó a un traductor y luego Micth entendió que había sido correcto sospechar que algo malo ocurría.
La niña tenía 15 años y estaba reportada como «desaparecida» en New Jersey. El conductor, un hombre de 35 años, la estaba llevando a Chicago.
Cuando la niña se quedó sola con el oficial admitió que el hombre en el auto la había «obligado a hacer actos» en él. Ahora esta recibiendo cuidados médicos, mientras que el hombre está en la cárcel del condado de Lucas enfrentando cargos de secuestro.
Si no hubiese sido por Mitch Ross y su buena intuición, el futuro de esta niña probablemente hubiera sido muy oscuro.
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