Perder a un hijo es algo por lo que ningún ser humano debería pasar. Ese dolor tan desgarrador es una dura experiencia por la que ya había pasado el médico de la historia que les quiero contar hoy.
Sin su tenacidad, el destino hubiera sido muy diferente para Justin Smith, un joven de 25 años, que sufrió una severa congelación tras quedar atrapado en una tormenta de nieve.
Congelado por el frío extremo, fue su propio padre quien lo encontró a un lado de la carretera. Su cuerpo estaba rígido y parecía no tener pulso.
Cuando le trasladaron al hospital, los médicos no creían que hubiera una salida para Justin. Recomendaron a su devastada familia que se despidiera de él.
Su médico prácticamente sólo tenía que firmar su acta de defunción, pero tras haber pasado también por la pérdida de un hijo, rehusaba a rendirse con Justin. Esperó y esperó a que se diera el menor signo de vida para reanimarle.
Pero el cuerpo del joven no reaccionaba y su familia parecía resignarse a la despedida. Su padre, desconsolado, se acercó a su cama y le besó. “Te quiero”, le dijo.
Poco después algo pareció reavivarse en el cuerpo de Justin. Su temperatura empezó a elevarse lentamente y a recobrar el pulso.
¡Tienes que ver la asombrosa historia de su recuperación aquí abajo!
¿No es un auténtico milagro? ¡Parece increíble que este hombre haya podido “resucitar” después de pasar nada más ni nada menos que 10 horas atrapado en la nieve!
Y puedo imaginar el gozo de toda la familia al recuperarle después de pensar que todo está perdido. ¡Compartimos su alegría y esperamos que Justin se recupere bien de todas las secuelas de la pesadilla que pasó muy pronto.
Por favor, comparte su increíble historia con tus amigos y conocidos!
